La política municipal deja escenas que cuanto menos son peculiares. Una de ellas son los pactos entre Izquierda Unida y Partido Popular, un hecho que ha ocurrido en varias poblaciones andaluzas para dejar al PSOE sin Alcaldía. Otra, no obstante, es que uno de estos pactos no llegue a producirse porque una concejala del Partido Popular se 'equivoque' votando y permita que los socialistas se hagan con el mando de una localidad.
Este hecho ocurrió el pasado sábado en el pueblo sevillano de Cantillana. En el pleno de investidura, en el que sólo presentaron candidatura a la Alcaldía el PSOE y el PP; el PSOE pidió el voto secreto, así como el edil de la coalición andalucista y tres ediles del PP.
Tras ello, en la votación la candidatura de la socialista Rocío Campos recibió ocho votos, que serían los de su grupo y el del edil andalucista; mientras la candidatura del PP obtuvo también ocho votos, que serían en concreto cuatro de su grupo y otros cuatro de IU, toda vez que una edil del PP habría votado en blanco.
Ahora, el Partido Popular de Sevilla está estudiando lo sucedido para concretar si este voto en blanco se trata de un nuevo caso de transfuguismo político y qué consecuencias puede tener en el municipio.
La suma de PP e Izquierda Unida daba nueve concejales, los necesarios para lograr la mayoría absoluta en un pueblo en el que hay 17 ediles. El voto en blanco provocó un empate a ocho entre la candidatura del PSOE y la del PP. Al no haber mayoría absoluta alternativa, prevalece la lista más votada por lo que la socialista Rocío Campos ha logrado ser elegida alcaldesa y mantener el Ayuntamiento de Cantillana tras varios años de gobierno de la también socialista Ángelines García.
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