El comienzo del nuevo curso se ha notado en Sevilla. Los universitarios se mezclan con los locales y algún que otro turista para disfrutar de la noche del viernes. Sin embargo, el aumento de la población ha derivado en aglomeraciones e incumplimientos de medidas de seguridad. En total, la Policía Local ha desalojado un total de cinco establecimientos en menos de 3 horas.
A las 23.30, los agentes precintan dos bares en la avenida Cardenal Bueno Monreal por vender bebidas alcoholicas para su consumo en la vía pública, ocasionando molestias para los vecinos. "La acumulación de personas dificultaba el paso por la acera", según indica el Cuerpo en sus redes sociales.
El próximo desalojo ha tenido lugar a las 23.40 horas al detectar un bar en la zona de la Alfalfa por vender bebidas alcoholicas para su consumo fuera de la zona de veladores y en la vía pública, provocando que se agrupen las personas y ocasionando molestias a los vecinos. Los agentes precintaron el local dejándolo sin actividad el resto de la noche.
🟥01:40 h. @PoliciaSevilla desaloja a 485 personas del interior de un establecimiento en la zona centro de la capital, en las inmediaciones de la Alameda de Hercules #Sevilla, por incumplimiento de medidas #Covid19.
— Emergencias Sevilla (@EmergenciasSev) September 25, 2021
Quedó suspendida la actividad.#Gobernación @Ayto_Sevilla pic.twitter.com/IW3uNDQOga
A su vez, la Policía desaloja a 485 personas que se encontraban en un establecimiento en la zona centro de la capital, en las inmediaciones de la Alameda de Hercules, sin cumplir las medidas covid. A las 1.40 horas, la actividad quedó suspendida ya que los agentes observaron que los clientes bailaban sin usar mascarillas ni guardar las distancias de seguridad, tanto en la sala como en la barra.
La última incidencia se produjo a las 2.15 horas cuando el Cuerpo se vio obligado a desalojar a 103 personas del interior de un establecimiento en la zona de Nervión, de nuevo, por incumplir las medidas contra la propagación del covid. Fueron los vecinos los que avisaron a la Policía para nedunciar las molestias por ruidos qeu estaban soportando en ese momento. A su llegada, el uso de mascarillas y el respeto de la distancia era inexistente, por lo que suspendió la actividad del local.
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