Este miércoles, Carmen Pantoja se disponía a abrir su tienda Kayrel Handmade especializada en costuras y bordados cuando se encontró con una escena indeseada. En la calle Real de Puerto Real, donde se instaló hace tres años, un vehículo se encontraba empotrado contra la puerta de acceso a su local. La parte delantera del coche estaba totalmente destrozada y la puerta enrrollable, dañada por el incidente.
"Hay que dar gracias porque en ese momento no pasó ninguna criatura y no era horario ni de apertura ni de cierra y no había ningún cliente en la puerta, porque entonces tendríamos que lamentar algo mucho peor", expresó la comerciante en sus redes sociales, donde compartió las fotografías del suceso.
Este incidente ha derivado en consecuencias negativas para Carmen, que no ha tenido más remedio que cerrar su negocio durante la tarde del miércoles y todo el jueves entero. Se dedica a la artesanía textil, hace artículos a mano y personalizados y también arreglos de costura. Ella es una de las currantes que cada mañana saca adelante su proyecto de vida. "No se pueden soportar las pérdidas de un negocio cerrado, y menos tal y como están las cosas, me preocupa mucho que esto sea una cosa negativa para mi negocio", cuenta la puertorrealeña a lavozdelsur.es.
Por desgracia, no es la primera vez que presencia este tipo de accidentes de tráfico. Según explica, el problema persiste en el cruce de la calle Santo Domingo con Real. "El coche que viene por Real tiene preferencia, pero el que viene por Santo Domingo cruza sin hacer el Stop y colisionan, es lo que suele ocurrir", sostiene.
Desde que abrió su negocio ha presenciado "muchos" indicentes que han afectado a su actividad. "Me he encontrado coches empotrados en mi puerta y en mi escaparate", comenta Carmen que está cansada de la situación y le gustaría que le conocieran por su trabajo y no por los accidentes.
Este viernes ha podido volver a la carga tras desbloquear la puerta, "aunque sea a medio gas". Sin embargo, teme que vuelva a ocurrir lo mismo. Desde hace años, los comerciantes de la zona luchan para "hacer algo con esta esquina" y piden una solución para poner fin a la situación.
Carmen explica que este problema ha sido trasladado a las autoridades competentes por escrito en varias ocasiones, sin embargo, "nadie hace nada".
Los empresarios piden civismo y precaución a los conductores y agradecen el apoyo y el cariño que muestra la población. "Deben respetar las normas de circulación", destaca.
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