La Universidad de Cádiz (UCA) ha inaugurado este jueves el curso académico 2025/2026 en el Campus Bahía de Algeciras, en un acto presidido por el rector Casimiro Mantell y el consejero de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía, José Carlos Gómez. La ceremonia ha contado con la lección inaugural de Inmaculada Santiago, primera profesora de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Algeciras, y ha reunido a autoridades locales, representantes del ámbito académico y miembros de la comunidad universitaria.
Sin embargo, la celebración ha estado marcada por la protesta de empleadas de limpieza y docentes interinos, quienes bloquearon el acceso al acto para denunciar "condiciones laborales indignas" y una "temporalidad infinita" que mantiene salarios por debajo del Salario Mínimo Interprofesional, llegando incluso a 300 euros al mes en algunos contratos.
Los manifestantes han criticado que, mientras se celebran los avances académicos y se inauguran nuevas titulaciones, el personal de la UCA sufre precariedad estructural. "Es incomprensible que el rector y el consejero realicen este tipo de celebraciones sin abordar con urgencia la continuidad de esta situación insostenible con su propio personal", señalaron los portavoces de la protesta.
El profesorado interino destaca que la exigencia de doctorado, máster y amplia experiencia docente contrasta con la remuneración, considerada "una vergüenza absoluta". La situación ha provocado la fuga de talento: investigadores premiados rechazan contratos por condiciones salariales inaceptables, lo que, según los manifestantes, limita la capacidad de la universidad para retener a sus mejores profesionales.
El rector Casimiro Mantell, por su parte, ha defendido la enseñanza pública como "garantía de igualdad, de oportunidad y de derechos" y ha resaltado que la UCA sigue creciendo en alumnado, investigación y actividad internacional. Durante la intervención, destacó la implantación de ocho nuevos títulos oficiales este curso y la previsión de trece más en los próximos tres años para adaptar la oferta educativa a las demandas sociales de la provincia.
En materia de personal, Mantell reconoció que el 25% de la docencia se imparte por profesorado sustituto, pero subrayó que, gracias al programa María Goyri, ya se han contratado 50 plazas de profesor ayudante doctor y se prevé ampliar con otras 50 el próximo curso. Además, reclamó una mayor financiación para eliminar la precariedad y mejorar la estabilidad laboral de las plantillas.
El consejero de Universidades, José Carlos Gómez, destacó los esfuerzos de la Junta para garantizar el acceso a la educación superior y la mejora de la situación del profesorado, incluyendo la puesta en marcha de partidas de nivelación que beneficiarán a la UCA y otras universidades públicas andaluzas.
Contra los contratos temporales
Mientras tanto, los trabajadores y trabajadoras que protestan piden medidas concretas para acabar con los contratos temporales y garantizar salarios dignos, así como el reconocimiento de la labor esencial de los servicios de limpieza y apoyo académico. Denuncian que la falta de recursos y estabilidad no solo perjudica a los trabajadores, sino también a la calidad educativa y a la reputación de la universidad.
El contraste entre la inauguración oficial, con récord de estudiantes y logros académicos, y la protesta por precariedad laboral evidencia la dualidad de la UCA: una institución en expansión y con altos estándares de formación e investigación, pero que aún enfrenta retos significativos en la gestión de sus recursos humanos y la garantía de condiciones dignas para todo su personal.
