David G. I., el cabo que resulto gravemente herido en el accidente que en el kilómetro 633 de la N-IV, en sentido Cádiz, le costó la vida en Jerez al guardia civil Carlos Francisco B.G., sigue hospitalizado casi cuatro días después de este trágico suceso.
El conductor del coche que provocó el atropello fue detenido tras el incidente y ha sido investigado, aunque no ha trascendido si finalmente ha sido puesto a disposición de la Justicia. La víctima de este siniestro, Carlos, que fue despedido por sus familiares, amistades y compañeros en Rota, recibió la Cruz del Mérito de la Orden de la Guardia Civil con distintivo rojo a título póstumo de manos de la directora general, Mercedes González, que estuvo acompañando a la viuda del agente.
El reconocimiento póstumo pretende destacar la entrega del agente en acto de servicio, un aspecto que, según diversas asociaciones, refleja la necesidad urgente de reconocimiento profesional y protección real para quienes forman parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Convocatoria de protesta en Sevilla
Por cierto, que la asociación Jucil ha anunciado una concentración de protesta para el próximo lunes 30 de junio, a las 11.00 horas, frente a la entrada de Fibes en Sevilla. La movilización busca reclamar mejoras en las condiciones laborales y exigir una equiparación efectiva con otros cuerpos policiales.
"¡Nos concentramos por la dignidad de guardias civiles y policías nacionales!", han expresado desde la organización, que también ha denunciado el abandono institucional que, aseguran, padecen los agentes. “Porque no somos policías de segunda. Por una equiparación real ya, una profesión de riesgo para todos y para acabar con el abandono institucional, ven con nosotros”, han reclamado en un mensaje público.
Las voces críticas coinciden en la necesidad de reforzar la seguridad de los agentes que prestan servicio en situaciones de riesgo, como controles o intervenciones en carretera, donde, denuncian, no siempre se garantiza la protección necesaria. La muerte de Carlos Francisco B.G. ha vuelto a encender el debate sobre el reconocimiento profesional y la clasificación de las fuerzas de seguridad como profesión de riesgo.
