Lo del patrimonio de Jerez roza la negligencia total y absoluta. El deterioro del valiosísimo patrimonio monumental de la ciudad es alarmante. Numerosos ciudadanos sensibles a estas cuestiones, cada vez más por cierto, no dejan de clamar en las redes sociales por intervenciones de urgencia. Si recientemente se 'perdían' dos piezas de la Torre de la Atalaya, una torre vigía de titularidad municipal junto a la Iglesia de San Dionisio, esta vez ha sido una gárgola del propio templo del Patrón de la ciudad la que ha caído sobre la vía pública.
Afortunadamente, una vez más no ha habido que lamentar daños personales, aunque la gárgola, una pieza valiosa, ha quedado hecha pedazos en el suelo. Pedazos que, con nula sensibilidad y aprecio por el patrimonio, no se han puesto a buen recaudo sino que han servido, sin ir más lejos, para sujeta la valla con la que la Policía Local ha cercado la zona donde se ha producido el derrumbe.
"Gárgola de San Dionisio en pedazos en el suelo. No hay que preocuparse, dos de sus partes están sosteniendo la valla de la policía, acabará seguramente en un contenedor de basura", ha dado la voz de alarma Natividad Montaño, propietaria de la librería La Luna Nueva que ha denunciado la caída, y la acción posterior, en su cuenta de Facebook.
El pasado domingo, parte de la fachada del edificio singular de los años 40 del siglo pasado que hace esquina entre Larga y Tornería también se desplomaba sobre la vía pública. Tampoco hubo daños personales una vez más. Hasta que suceda alguna tragedia y entonces vendrán las lamentaciones. En cuanto al patrimonio jerezano, eso ya parece que es batalla perdida.
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