En un emotivo acto inaugural, se abrió el pasado viernes 15 de diciembre la exposición antológica 'Cordilleras del Olvido' que recoge la obra del artista sevillano Ricardo Casstillo, realizada entre 1980 y 2020, año de su fallecimiento.
Abrió las intervenciones el comisario de la exposición, el catedrático y doctor de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla Fernando Martín Martín, que glosó la figura artística de Casstillo, recorriendo someramente las diversas etapas de su obra, que se registran en la muestra, los soportes variados usados por el artista y el descubrimiento al gran público de sus ready made.
Tomó la palabra después el doctor en Historia del Arte y crítico artístico Iván de la Torre, también participante junto con el profesor Martín, el también crítico de arte en Diario de Sevilla Bernardo Palomo y este que les escribe, Javier Compás, en el magnífico catálogo editado para la exposición, con sus textos, antecediendo a las fotografías de las obras y algunos poemas del mismo artista.
Por mi parte, me cupo el honor de realizar una pequeña intervención leyendo a los presentes una cariñosa carta dirigida al pintor y amigo protagonista de la noche y de la exposición. Para concluir el acto, las sentidas palabras de la viuda del artista, Pepa Pineda, y una canción interpretada por su hija, Luisa, compuesta por ella misma y dedicada a su padre. Quiso Pepa acompañarse de Isabel Molina, pieza también fundamental en el ingente trabajo de organización de esta exposición.
Posteriormente, el numeroso público asistente, entre el que se encontraban numerosos artistas, compañeros, amigos y contemporáneos de Casstillo, representante genuino de la importante generación sevillana de pintores de los años ochenta, pasaron a los salones de la Casa de la Provincia para admirar las obras expuestas.
Antes de que todos pasaran a las salas expositivas, los presentadores y colaboradores del catálogo oficial tuvimos el honor de entrar primeros para realizar algunas fotos. La sensación de ver los cuadros expuestos, con las salas aún vacías de público fue impresionante. No dudo que esta amplia muestra de la obra de Ricardo servirá para reivindicar la importancia de este gran artista sevillano.
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