El imaginario que ofrece la Semana Santa andaluza tiene un potencial artístico enorme. Prácticamente, no se repiten dos instantes iguales pese a que los conjuntos escultóricos, las insignias y los pasos sean los mismos. Cuando la Semana Santa cobra vida y el aparato humano, cofradiero y artístico empieza a desarrollarse, un sinfín de posibilidades se abren ante nuestros ojos. Pese a ello, la fotografía, cartelería y obras plásticas en torno a la Semana Santa, a menudo están encorsetadas en perspectivas de corte clásico. De hecho, cuando creadores como Manolo Cuervo en Sevilla o Samuel Martínez ‘Pol’ en Jerez realizan sus propuestas, no pocos se echan las manos a la cabeza por ver una versión street art de 'El Cachorro' o el simbolismo que rodea al Santo Crucifijo de ‘Pol’.
En este contexto, artistas y público cada vez piden una mayor expansión de los límites que rodean a los universos visuales cofrades. Uno de los artistas que trabaja en esta línea es Pepe Gómez, fotógrafo de profesión y artista visual, que bajo su Proyecto Lázaro realiza composiciones y collages en los que juega con sus propias fotografías mezcladas con colores, geometrías o frases, ofreciendo así una nueva mirada sobre la Semana Santa. Él es malagueño, aunque su trabajo lo realiza entre Málaga y Sevilla porque “lo que ocurre en Málaga le gusta a los malagueños, pero lo que ocurre en Sevilla le gusta a casi todos los españoles”, explica el creador visual.
“Este proyecto nace como supervivencia creativa”, cuenta Pepe, quien asegura que la música y lo que encuentra por las redes de artistas contemporáneos suponen su mayor fuente de inspiración. El confinamiento de 2020 canceló la Semana Santa a escasas semanas de su celebración, y esto, en parte, hizo que su ingenio se agudizara y que buscara nuevas maneras de imaginarse una Semana Santa que no estaba sucediendo. “Cuando nos confinaron hace dos años empecé a investigar con mis propias imágenes y a explorar con las posibilidades creativas”. Proyecto Lázaro trata de dar una visión nueva, ofrecer un atractivo añadido.
Desde entonces, la idea se ha ido consolidando y hace dos semanas abrió una tienda online donde vende estas láminas, una forma de monetizar su trabajo. Este proyecto es uno de los pioneros en explorar las posibilidades creativas de la Semana Santa, y además, ha servido de aliciente para que otros creadores se atrevan a trabajar en la misma línea: “Me están llegando muchas referencias de gente que se está atreviendo a manipular las imágenes sagradas desde un punto de vista creativo, parece que de alguna manera mi proyecto ha abierto las inquietudes artísticas de otros creadores”. Sobre la demanda de nuevos códigos en el mundo cofrade, Pepe opina que “hay sitio para todo”.“Hay gente que quiere las clásicas estampas, pero también hay gente joven ávida de encontrar algo nuevo”.
Pepe aclara en su cuenta de Twitter que “no es cofrade”, una forma de avisar que su acercamiento al mundo semanasantero es puramente visual y creativo. “Un perfil como el mío, tan volcado en el arte sacro, puede dar a entender que yo entienda de cofradías, pero en realidad no. Mi interés por el mundo cofrade no va más allá que del punto de vista artístico, como algo que dinamiza la cultura andaluza y que es algo que interesa a muchísima gente".
Propuestas como las de Pepe, crean a veces cierta controversia, aunque el artista malagueño asegura que ha recibido más apoyo que rechazo: “Es una apuesta arriesgada porque es un tema que toca la fibra sensible de la gente y las cofradías mueven mucho los sentimientos de las personas. Yo no sabía bien cómo iba a ser aceptado, es cierto que ya mi perfil no era del canon clásico cofrade, a mí me gustaba hacer cosas diferentes con la cámara, así que este toque que le he dado no ha pillado a la gente desprevenida”.
Esta Semana Santa la espera con ganas porque tiene la necesidad de hacer nuevas fotos para seguir creando nuevas imágenes: “Nunca he usado primeros planos, siempre he tirado más por el público, las calles, la organización de la ciudad… nunca me han interesado mucho las imágenes veneradas en sí porque ya hay muchos fotógrafos que se ocupan de esto, pero este año quiero nuevos enfoques”, concluye este explorador visual de nuestra Semana Santa.
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