Europa ha dado un tirón de orejas a España por las condiciones laborales en las que se encuentran los migrantes que trabajan en los campos de fresa de Huelva. El Grupo de Expertos contra la Trata de Seres Humanos del Consejo de Europa (Greta) ha sido el que ha denunciado en su último informe los 25 asentamientos “informales” que localizaron durante una visita a tierras onubenses entre el 4 y el 8 de julio del pasado año.
Dicho informe detalla que un total de 914 migrantes, entre los que se encontraban 99 mujeres, vivían en pésimas condiciones. En la mayoría de casos son trabajadores indocumentados de Marruecos, Ghana y Malí.
Según apunta Greta, a su llegada a la zona fueron informados que durante la temporada de cosecha "hay muchos más trabajadores" establecidos en unas, según el citado grupo de expertos, "chozas hechas de láminas de plástico que se utilizan para cubrir los campos de fresas".
En las mismas no hay "acceso a agua potable, electricidad ni saneamiento". ONG, detalla el informe, como Mujeres en Zona de Conflictos, Cruz Roja, Cáritas o ACCEM son quienes brindan ayuda humanitaria en el lugar. Según detallas a Greta las referidas organizaciones no gubernamentales, un centro de día que se ha montado cerca de los campos para proporcionar bienes y servicios básicos a los peligros corre peligro por "falta de financiación pública".
Las ONG han denunciado que varios trabajadores migrantes del asentamiento podrían ser considerados "víctimas de explotación laboral e incluso de trata de personas. A menudo trabajan por encima del límite legal de horas de trabajo en España y se les paga por debajo del salario mínimo, o a veces no se les paga en absoluto".
El informe también recoge que las ONG han denunciado casos de mujeres que son explotadas sexualmente en los asentamientos y que también podrían ser víctimas de violencia de género o de trata con fines de explotación sexual.
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