En un lujoso complejo hotelero, rodeado de 11 villas de lujo, en la isla de Nurai, reside el rey emérito Juan Carlos I, como revela el programa Viva la vida de Telecinco. El espacio televisivo ha tenido acceso a imágenes de la villa donde se encuentra el monarca, en Abu Dabi, valorada en más de 11 millones de euros, con más de 4.000 metros cuadrados de parcela y más de 1.000 metros construidos.
"Están diciendo que me estoy muriendo. Desmiéntelo, por favor, y di que estoy como un oso. Esa es la palabra que me ha dicho", decía hace unos días el periodista Raúl del Pozo, en Al Rojo Vivo, cuando se especuló con la posibilidad de que el estado de salud del rey emérito hubiera empeorado. "A sus 83 años, lo que está buscando es una novia, un trabajo y un piso, porque lo tiene jodido todo", agregaba Del Pozo.
La villa donde vive Juan Carlos I cuenta con salones con vistas al mar, sala de cine, futbolín y billar, además de seis dormitorios repartidos entre las dos plantas con las que cuenta la vivienda, todos ellos con cama de matrimonio, y con vistas al mar. El cuarto principal tiene una terraza que accede directamente a la playa privada de la villa.
La villa donde reside el monarca, según relata el programa de Telecinco, tiene extensas zonas verdes, siete cuartos de baño con bañeras de diseño y una piscina infinita que parece que conecta con la exclusiva playa de Nurai. El periodista Juan Luis Galiacho asegura que "la villa pertenece al dueño del equipo de fútbol Manchester City", un jeque árabe que tiene una fortuna que ronda los 30.000 millones de dólares. La estancia en esta villa tiene un coste de unos 6.000 euros por noche.
Fuentes de la Casa del Rey aseguraron hace unos días que las informaciones aparecidas respecto a un deterioro en la salud del rey emérito "no tienen ningún fundamento". Juan Carlos abandonó España a principios de agosto rumbo a Emiratos Árabes Unidos, donde ha permanecido hasta ahora. A principios de enero salió a la luz una foto en la que se le veía caminando con la ayuda de dos escoltas, lo que generó especulaciones sobre un deterioro en su estado de salud.
Su salida de España vino precedida de la decisión de Felipe VI de retirarle su asignación personal como miembro de la Familia Real el 15 de marzo, cuando también anunció que había renunciado a cualquier posible herencia que le pudiera dejar su padre cuyo origen pudiera "no estar en consonancia con la legalidad".
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