El Gobierno central ha enviado un proyecto con reformas de impuestos a la Unión Europea, dentro del conjunto de medidas económicas del Plan de Recuperación, en el que se elimina la declaración conjunta de la renta para los matrimonios. Según un documento al que ha tenido acceso El País, “se incluye la paulatina desaparición de la reducción por tributación conjunta mediante el establecimiento de un régimen transitorio, debido a que genera un desincentivo a la participación laboral del segundo perceptor de la renta (principalmente mujeres)”.
Esta medida afecta a dos millones de familias que deciden realizar la tributación anual del IRPF en un solo documento, beneficiándose de un mínimo exento de 3.400 euros, una cifra superior a la declaración de la renta personal. Desde hace casi 30 años, una sentencia abrió la puerta a que los matrimonios no fueran obligados a la declaración conjunta. Hasta entonces era obligatorio tras pasar por la vicaría. En la práctica, ha propiciado que muchos matrimonios realicen cada año dos borradores o pruebas, y según se desgranara qué les beneficiaba más económicamente, elegían una y otra. Esto ha tenido un mayor impacto a medida que la mujer se ha ido incorporando al mercado laboral en las últimas décadas.
Así, según la Autoridad Fiscal, el Estado deja de ingresar 2.293 millones de euros al acogerse al modelo de la conjunta esos 2,1 millones de familias. Por un lado, solo el 10% de esos matrimonios contribuyentes generan 466 millones de pérdidas, es decir, que esta declaración supondrá una subida para las rentas más altas de forma considerable. Pero también lo hace para el tramo más bajo.
Desde Funcas recuerdan para El País que esta medida reduciría la progresividad fiscal. Porque en los hogares donde solo uno de los miembros trabaja o el segundo lo hace con bajas rentas del trabajo, el mínimo exento desciende. Por tanto, pagarían más: "Es una subida impositiva encubierta a los matrimonios con un solo preceptor o con un segundo con rentas significativamente menores".
Lo que propicia esta reforma, en definitiva, es que se elimine la libertad de elección del sistema que más beneficie a los matrimonios según los diversos condicionantes económicos que se tienen en cuenta a la hora de hacer la declaración.
La perspectiva igualitaria
El Gobierno habla de la existencia de un desincentivo para trabajar para el segundo perceptor de rentas. Se basa Hacienda en que proporcionalmente, las mujeres que realizan la declaración conjunta trabajan un 19% menos. Aunque resulta en cierta medida comprensible si el sistema puntualmente es el que más les beneficia. Es decir, ¿crea la declaración conjunta una desigualdad de rentas, o recoge la realidad de que hay muchas mujeres que no acceden al mercado laboral?
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