Un equipo de científicos del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía, situado en Puerto Real, ha detectado la presencia de Macrobrachium cf. nipponense en el estuario del río Guadalquivir, un hallazgo que supone el primer registro del género Macrobrachium en la península ibérica y el más occidental de esta familia en aguas europeas. Este organismo es una especie de camarón de agua dulce.
El descubrimiento se realizó en octubre de 2024, cuando un pescador local capturó un ejemplar a través de una iniciativa de ciencia ciudadana. Los expertos apuntan al transporte accidental mediante agua de lastre como forma más probable de su introducción en el estuario, un riesgo que podría haberse visto favorecido por el aumento del tráfico marítimo proveniente de la cuenca del Danubio, ligado a la actual guerra entre Rusia y Ucrania.
La importancia del hallazgo
El hallazgo subraya la relevancia de la detección temprana de especies no nativas y la necesidad de un seguimiento ecológico constante. Las metodologías que incorporan la participación ciudadana se presentan como herramientas eficaces para identificar nuevas especies antes de que se establezcan y generen impactos significativos en los ecosistemas locales.
Los científicos consideran fundamental la colaboración de actores locales, como pescadores y comunidades costeras, para mejorar la capacidad de detección y aportar datos relevantes para la gestión ambiental. La integración de estas observaciones permite diseñar estrategias preventivas más efectivas frente a la expansión de especies no nativas.
Este caso pone de manifiesto la vulnerabilidad de los sistemas acuáticos españoles y la importancia de combinar ciencia profesional y participación ciudadana. La información obtenida servirá como base para futuras políticas de conservación orientadas a minimizar la introducción y propagación de especies invasoras en el río Guadalquivir y en otros ecosistemas acuáticos del país.