Escuela rural Vs. Escuela natural

La Educación en la escuela rural promueve el crecimiento del ser para devolverle a la Tierra quiénes somos, tal como somos y como parecemos ser

Captura de pantalla 2022 01 22 a las 9.38.46

Directora del CEIP Antonio Machado de San José de Malcocinado, en Medina Sidonia. Maestra de Educación Primaria e Infantil.

Unas niñas juegan en un colegio rural, en una imagen de archivo.
Unas niñas juegan en un colegio rural, en una imagen de archivo. MANU GARCÍA

El adjetivo rural hace referencia a lo perteneciente a la vida del campo, del latín posclásico rữrᾶlis, de campo; su raíz Rus parece ser una palabra no indoeuropea, tal vez etrusca, que se le ha comparado con el sánscrito Ravan, que significa abierto, libre.

La educación en el ámbito rural es un arma de doble filo para un estado que tiene como objetivo la promoción del capitalismo. Por un lado, sostener este tipo de escuelas supone un aumento de presupuestos para considerar con equidad la calidad de enseñanza. Como ejemplo de ello, en este curso han recortado unidades de los centros rurales que no superasen trece niños y niñas por aula, sin considerar el índice de natalidad de los pequeños pueblos o pedanías, en el que conviven temporalmente familias con trabajos mayormente del sector primario, o viajeras, o que tienen como residencia el entorno rural para poder establecer el vínculo con el clan familiar y llevar a cabo la vida laboral.

Por otro lado, según el estudio de Mir (1971), "encontró que la urbanización es la principal determinante de la eficiencia de las escuelas primarias, y que la reducción en la proporción de la fuerza de trabajo que se dedica a la agricultura “no sólo está asociada al incremento de la proporción de la población expuesta a mejores y más complejos servicios educativos, sino también al aumento de la escolaridad en las mismas zonas rurales” (ibíd.:29). Es, por tanto, el contacto con el mundo urbano y con el trabajo industrial el que explica el aumento, no sólo de la oferta sino también de la eficiencia de la educación formal". (La Educación Rural en el capitalismo dependiente. Sylvia Schmelkes.)

Contextualicemos, querida persona lectora, visualiza un centro educativo en medio de la campiña gaditana, en la comarca de La Janda, rodeado de grandes extensiones de cultivo tanto agrario como para el ganado; a una hora en coche de zonas industrializadas y portuarias, Algeciras y Cádiz; y con sólo cuatro unidades, dos para infantil y dos para primer y segundo curso de primaria. Necesitamos que nos oferten más niveles educativos hasta completar la etapa obligatoria. El alumnado de ocho años tiene que cambiar a una escuela que se sitúa en Benalup- Casas Viejas, a seis kilómetros, donde se encuentra con aulas de casi 27 niños y niñas. Cuando en nuestro centro sólo hay diez en el aula de segundo de primaria y a 6 kilómetros hay 26 niños y niñas en el mismo curso. Esto conlleva a que familias decidan hacer incluso más kilómetros para matricular a sus hijos e hijas en otro colegio concertado aún más lejos. Si no se incrementan las unidades en nuestro centro, muchas familias seguirán optando por la matriculación en centros con la etapa obligatoria de primaria de primer a sexto curso, aunque suponga un esfuerzo en el recorrido.

Esta visión de la escuela rural, de supresión de unidades, de poco presupuesto y escasos recursos materiales, no tiene por qué ser negativa o estar empobrecida, tiene que ser mirada, ser vista, visitada, vivida, de ahí su origen etimológico de natural, libre, abierta. Si hilamos más allá de los cosidos existenciales, la propuesta de la nueva escuela rural es la Educación hacia la Libertad del Ser.

Libertad, una palabra a veces mal entendida, ya que también supone facilidad, soltura, disposición natural para hacer algo con destreza y se desarrolla en una escuela que siempre abre la puerta a una niña, a un niño, aunque llegue tarde.

Una escuela que siempre abre la puerta a un niño o niña con una madre y con un padre, o sin padre; a un padre sin madre, o ambos mezclados y disueltos; a la abuela, al abuelo, a los tíos y a las tías, a los vecinos y a las vecinas que cuidan de la comunidad, que de forma natural sostienen la diversidad familiar.

Una escuela que siempre abre la puerta a los sueños no realizados para sanar las frustraciones, honrar los méritos y observar las acciones.

Una escuela que se cuestiona a sí misma gracias a las respuestas, que se escribe con los trazos de las mentes inquietas.

Una escuela que siempre abre la puerta a la cultura, dando forma al Ser viviente, creciente y cambiante.

Una escuela que siempre abre la puerta a la poesía del sentir, a la historia del parecer y a la filosofía del existir. Porque los niños y las niñas sienten poéticamente la vida, y según su historia, parecen ser de una u otra forma, y se cuestionan, si quieren seguir siendo lo que parecen ser o evolucionan. Y ahí aparece la Libertad del Ser, porque se muestran, se inventan o se copian de los modelos familiares de sus historias.

El sentido de la Libertad en Educación es Despertar a quién eres, seguir los pasos en el aprendizaje, ayudar en la caídas, sostener en los tropiezos, y, sobre todo, dejar que elijan el camino cuando le hayamos acompañado con la presencia, con la mirada, con el silencio de la verdadera escucha.

Aprehender a Ser es complejo porque abarca ser y estar en el mundo. Después de cumplir con los requisitos mínimos aprobados por mentes ajenas a las aulas, es menester, y más aún, osadía, cumplir con la verdadera función al máximo de las capacidades propias, los talentos que van a compartir durante la vida en el planeta Tierra.

La Educación en la escuela rural promueve el crecimiento del ser para devolverle a la Tierra quiénes somos, tal como somos y como parecemos ser. Conseguir el equilibrio en estos tres vértices de la propia existencia, es sencillamente el objetivo esencial de la vida.

Mostrarse al mundo quién eres realmente, es Amor, porque para ello has debido tener las oportunidades de construir tu identidad, tal y como es, aceptándote, amándote y compartiendo tu parecer, porque no parecemos con todo el mundo igual, hay muchas maneras diversas y todas son posibles cuando se cumple con ese objetivo, de crecer en la Esencia.

Si consideramos el concepto de felicidad no como deseo-objeto, sino como liberación del deseo, y, por ende, del sufrimiento por el objeto. Esa Libertad, es felicidad, es Sabiduría. Los primeros aprendizajes en la escuela son la transformación de las lágrimas en palabras, la evolución del pensamiento mientras el Yo se construye.

Que ese proceso de enseñanza-aprendizaje no se estanque en la formación de alumnado como entidades derivadas de la práctica del capitalismo, o del totalitarismo o del consumismo...que el sufijo latino -ismus no impregne la escuela, sino que la liberemos de doctrina para otorgarla de proyecto sentido.

La escuela rural, tiene a su favor el espacio natural, el contacto cercano con la cultura familiar, con las raíces, y de ahí, la savia llena de historia se expande por las ramas de cada Ser, con los talentos.

La escuela rural versus natural tiene como misión seguir educando y acompañando a la especie humana, quizás no sea el objetivo de las grandes corporaciones a nivel mundial. Pero es seguro que la siguiente especie biónica tendrá en su archivo de memoria lo que un día fue el origen de la escuela en el planeta Tierra.

Con Amor,
María Ruiz Muñoz.

Archivado en:

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído