Gerardo Tecé: "Antes Twitter era como tomar una cerveza con amigos, ahora es una guerra civil digital"

¿Qué acaba de tuitear antes de descolgar el teléfono?

Tengo muchísimos cambios, tengo un bebé ahora de tres meses. No me da tiempo a nada, tuiteo con una mano ahora (ríe). Agotado, pero contento. Muy bien.

¿Les deja dormir?

A mí más que a Elena, que es la que le da el pecho por las noches, pero a las cuatro de la mañana hay que estar haciendo pasillitos con él en brazos… paliza brutal, pero muy bien.

Habrá visto que todos esos tópicos sobre los bebés eran verdad…

Cambian por día, los quieres matar pero no los matas… todos, todos…

Columnismo: "Cuando tienes que pensarlo mucho suele costar. Puede ser un parto doloroso, aunque la idea es que el que lo lea no lo note"

Y en éstas aparece su primer libro…

Sí, primero, y no sé si será único. No tenía yo idea de escribir un libro. A mí el periodismo me abrazó, me dejó pasar, ya en la cultura digital, cuando los artículos se mueven, se comparten, se critican, se manosean digitalmente… Y ya lo pongo al principio del libro, que no tenía intención de que esto saliera en papel. Tallar en papel es algo como muy de ego, pero entiendo que hacía falta, que a Ctxt.es le viene bien, porque no deja de ser otra vía de financiación, y al final es un resumen de columnas y crónicas publicadas en estos últimos siete años que han sido tan convulsos. Se ha hecho una selección (eran cerca de 400 artículos escritos en este tiempo) y se les ha dado un repasito. Leerse a uno mismo en el pasado es una putada, y también hacer el ejercicio de seleccionar sesenta y tantos textos, cambiando alguna referencia que en su momento era evidente por algo que contextualice y haga la cosa atemporal.

Dice Miguel Mora, en el epílogo del libro, que le ha costado convencerle… y me he acordado de esos políticos que irrumpen en escena y se dedican a borrar tweets del pasado. ¿Al final el valor de lo impreso es, digamos, lo eterno, y eso da un poco de cague, no?

Claro, esto es para siempre y ahí queda, aunque lo digital también lo es, está escrito y escrito está. Sí que es verdad que el libro es más definitivo y a los hechos me remito. No sé si esto lo sabe Miguel, pero hay una cagada en el libro, y mira que lleva edición y revisión… Una lectora que lo compró y me dijo que le había gustado mucho también me comentó que se había colado, en uno de los artículos, una referencia a Rayuela citándola como una obra de Borges, cuando todo el mundo sabe que es de Cortázar, y además es que me la he leído, pero no sé en qué momento se coló eso, no me percaté, nadie se percató, se fue a imprenta y ahí quedó.

Bueno, para la segunda edición se corrige…

(Ríe) En la segunda edición si es que hay…

Comparte la Agencia Plop, expertos en comunicación y posicionamiento digital, con otros líderes mundiales como Norcoreano o Dios Tuitero. En su bio, se define como un “experto en tener ideas justo antes de acabarse el plazo”. ¿Da muchas vueltas a lo que escribe o le funciona mejor eso de vomitar el texto?

No sé cómo lo hacen los demás, pero yo que escribo opinión y análisis político, hay un momento en el que te sientas y dices: hostia, hoy toca opinar sobre el tema de la semana… ese es un mal momento, cuando tienes que pensarlo mucho suele costar. Puede ser un parto doloroso, aunque la idea es que el que lo lea no lo note. Cuando te vas corriendo, a vomitar como dices, ese suele ser el artículo bueno, y falla pocas veces. Miguel Mora, que el hombre tiene muchísimo olfato, es el típico que cuando mando un artículo que no sé cómo va a funcionar y dice buenísimo, ya sabes que siempre acierta y se leerá mucho. Yo voy ganando ese olfato y lo único que me lo indica es cuando voy corriendo al ordenador porque lo tienes montado ya en la cabeza. En Twitter es distinto, ahí hay menos autopresión, pones una chorradita, un toque de humor a la actualidad… Lo que hace El Intermedio en la tele lo llevo haciendo yo muchos años en Twitter, la actualidad con humor para que se entienda mejor.

Imagino que días como el de la ya famosa votación de la reforma laboral su cabeza echa humo…

Claro, pero ese día justo me pilló de viaje y, de repente, cuando iba a escribir algo ya estaba todo escrito y analizado. Pero en Twitter sí, ahí me puse las botas. Hay días que son fiesta nacional en Twitter: Froilán se pega un tiro en el pie; Esperanza Aguirre atropella a un policía; o cuando uno del PP saca adelante la reforma laboral por equivocación… El pobre se equivocó igual que me he equivocado yo poniendo que Rayuela es de Borges. Esas cosas pasan… Echarnos unas risas es parte del juego.

El subtítulo del libro es ‘Crónicas contra el ruido’, pero puede parecer paradójico. ¿Cómo se lucha contra el ruido formando parte, de alguna manera, de él?

Yo genero ruido cuando empiezo a hacer bromas sobre ese hombre que se equivoca en el Congreso pero, desde luego, no es lo más importante que le pasa a este país. En ese ámbito quizás generamos ese ruido, aunque intentamos que sea amable. Otros creo que generan un ruido de odio y de otras malas maneras. En todo caso, ese subtítulo quiere condensar qué han significado esos siete años, y queremos pensar, y así Miguel me lo atribuye, que supongo que como todos los amigos mienten por uno, que estos artículos y estas crónicas han pretendido, en mitad del ruido, separar el grano de la paja señalando lo importante. Desde luego, lo que intento hacer es no aportar a ese ruido de la propaganda mediática, del último bulo de este 15M de ultraderecha que estamos viviendo…, aunque el debate público a veces sea ruidoso.

"Lo que intento hacer es no aportar a ese ruido de la propaganda mediática, del último bulo de este 15M de ultraderecha que estamos viviendo…"

‘España, óleo sobre lienzo’. Hay una pintura obvia que se me viene a la cabeza para sintetizar todo esto, ‘Duelo a garrotazos’. ¿Algún otro título menos evidente en el que haya pensado al recopilar estos escritos urgentes?

A mí me gusta mucho la pintura y sé muy poco. No soy cuñado de la pintura porque no llego a opinar, pero la disfruto mucho y voy descubriendo cosas. Me gustaba el título porque pretendía ser una especie de mapa de España de estos años, y por otro lado, porque en Twitter he hecho mucha veces el juego de usar una foto para definir una situación graciosa: Pablo Casado delante de un rebaño de ovejas haciendo un mitin. Cogía esa foto y escribía: España, óleo sobre lienzo. Imágenes que definen la política y la España actual, como cuadros de época.

Los protagonistas de esta obra tienen nombres y apellidos. ¿Se salva alguno?

Hombre, yo no soy juez para salvar o no salvar. Yo lo que intento es describir un poco y opinar sobre ellos. Aunque he estado en muchos sitios haciendo periodismo, mi casa y donde he aprendido es en Ctxt.es, y aquí lo que me han enseñado es que la mirada tiene que ser honesta. Y eso no significa que creamos en esa cosa de la imparcialidad o la objetividad. Si hay vivienda pública y se vende a un fondo privado no soy imparcial, estoy en contra, me posiciono. Hay de todo, en los últimos años nos hemos encontrado a personajes que, como en toda obra, han tenido un papel u otro. Desde el enemigo público número 1, como Pablo Iglesias, hasta el teórico salvador, el rey Felipe VI dando su discurso tras el 1 de octubre. El libro, como el medio que publica los artículos, no deja de nadar a contracorriente, de ir contra la versión oficial de los grandes medios. Y esa es otra, el periodismo nunca se ha atrevido a hablar del propio periodismo, cuando en realidad es definitorio para explicar el estado de un país o de una sociedad. Desde ese punto de vista es en el que nos movemos nosotros y el periodismo también es un actor en todo esto.

Qué bien nos enseñaron en la facultad eso de que ‘perro no come perro’…

Claro, pero a veces hay que ladrar cuando el otro perro hace que no se debe. Es una de las grandes cosas que deben cambiar en este país, aunque los grandes medios vayan a bloque y con otros intereses ajenos muchas veces al periodismo. Medios como lavozdelsur.es, donde hay esa libertad porque no se depende de forma abrumadora de intereses concretos, tienen que describir la realidad y es necesario, por doloroso que sea, porque tenemos compañeros en todos lados, definir qué hacen los medios, es clave para definir la situación que vivimos.

Hace unos días oímos a la ministra Yolanda Díaz decir en su entrevista en ‘Salvados’ que falta política y sobra politiqueo, que hay que acabar con la campaña permanente. ¿Por qué suena tan naíf defender algo así? ¿Realmente es imposible?

Creo que la política ya es un agujero negro. No sé si se pueden salvar ellos. Cuando Podemos se presentó a las elecciones europeas puso en la papeleta la cara de Pablo Iglesias, que es algo con lo que todos estaríamos en contra desde un punto de vista estético, pero claro, el agujero negro de la política te dice: estas son las normas; ¿quieres ser conocido? Tienes que jugar a este juego. Creo que el comentario de Yolanda Díaz sí es naíf, aunque bienintencionado. Por desgracia, estamos lejos de que la política actual cambie a eso. Quizás predicando con el ejemplo se pudiera conseguir y creo que hay cosas que en el actual Gobierno de coalición se están haciendo bien. En todo caso, los periodistas también podemos empezar por hacer las cosas de otra manera. Desacreditar al completo a la clase política es lo fácil, lo cómodo, donde te dan las palmaditas en la espalda; el problema viene cuando hay que decir quién y por qué lo hace mal. 

Abrió su cuenta en Twitter apenas tres años después de fundarse esta red social en Estados Unidos. No sé cómo era en esos orígenes pero, parafraseando a Woody Allen,  ¿por qué ahora uno se cuela en esta red social y le dan ganas de invadir Polonia? ¿Está todo el mundo de mala hostia, no?

(Ríe) Totalmente. La evolución ha sido clara. En este caso parece medio claro que antes las cosas eran mejor. Antes era una red social más libre. ¿Te acuerdas del tuit de Guillermo Zapata, que fue durante un rato concejal de Cultura del Ayuntamiento de Madrid? Hizo humor negro con un chiste sobre judíos y eso no era celebrar el Holocausto. Antes en Twitter se podía decir una barbaridad y nadie era tan gilipollas de pensar que se estuviese diciendo en serio. Hacer bromas con lo horrible a lo mejor es algo que todos hacemos con nuestro grupo de amigos, tomándonos una cerveza, eso antes se podía hacer en Twitter, pero cambio radicalmente. Pasó de ser un ambiente cercano a una cerveza con amigos sin que pasara nada grave y ahora ya es otra cosa. Eso, más la aparición de discursos de odio desde la ultraderecha ha generado un lodazal hasta con campañas de acoso con bots contratados detrás. Una guerra civil digital, vamos.

Tiene en su cuenta de Twitter casi los mismos seguidores que habitantes tiene su ciudad, Sevilla. ¿Ha bloqueado a más ‘hater’ que ‘followers’ tiene?

Pues últimamente he bloqueado a muchísimos. Nunca lo quise hacer porque, joder, uno tiene que saber por qué le ha sentado mal la comida. Uno quiere saber qué forma tiene el odio, cómo se mueve, de dónde viene... y a mí me llega muchísimo odio, me salpica muchísimo y, aun siendo desagradable, pensaba que tenía que lidiar con eso, no bloqueaba a nadie. Desde la campaña de las elecciones madrileñas, con aquel debate en la SER y los sobres con balas, y en aquel momento de crispación tan grande, ya dije: a tomar por culo. Y empecé a bloquear porque, entre otras cosas, ya creo que conozco ese odio y el trabajo está hecho en ese sentido. Por supuestísmo, cualquier persona que opine y piense lo contrario que pienso yo y me lo exprese de una forma normal, incluyendo el vaya mierda de artículo, no lo bloqueo, pero ya ataques vacíos de contenido, odio por odio, me los quito de en medio. 

"En Andalucía no cabe una Díaz Ayuso: el político del PP tiene que parecer del ala moderada y el del PSOE tiene que parecer del PP para triunfar"

¿Da tiempo a desconectar en esta vorágine?

A mí sí. Creo que, no sé cómo ni por qué, porque no soy un tío zen, tengo la suerte de tener muy compartimentada mi vida. Una cosa es esa red social, ese debate público, esos artículos, y otra cosa es mi vida personal, que está absolutamente separado de lo otro. Cuando tengo a cien tíos insultándome gravísimamente, cierro el móvil y no existen. Pero vamos, ni existen, ni me acuerdo a los tres minutos de que eso ha sucedido. Y también lo hago porque, si esa persona que me ha dicho una barbaridad le ha dedicado tres segundos y después se ha ido a prepararse un café o a limpiar el cuarto de baño, tampoco voy a quedarme yo compungido, ¿no? Pues me voy y también me pongo a limpiar el baño, sigo con mi vida normal.

Como autor intelectual del concepto trifachito, resuma en 140 caracteres qué va a pasar en Andalucía en las próximas autonómicas…

No sé qué puede pasar. La primera cosa es saber cuándo iremos a las urnas. Y luego entiendo que la gran incógnita es saber si finalmente entra Vox en el Gobierno o si el PP no gana las elecciones. Fui de los que estuvo siguiendo al pie del cañón las elecciones en diciembre de 2018 y todo el mundo daba por hecho que Susana Díaz se daba un paseo y la cosa acabó como acabó, así que no me atrevo a mojarme para nada.

Sea como fuere, la Junta tiene activada a tope la maquinaria de propaganda.

Sí, sí, eso no descansa. La maquinaria de la propaganda y de la precampaña continua no para. Hemos tenido un Gobierno andaluz conservador, con políticas conservadoras, pero tampoco podemos hacer la ola a lo que había antes. Creo que no hemos tenido el peor PP, ni hemos tenido el peor PP que se puede tener ahora mismo. Juanma Moreno, dentro de sus lógicas y sus políticas, no es Isabel Díaz Ayuso. También porque creo que en Andalucía no cabe una Díaz Ayuso: el político del PP tiene que parecer del ala moderada y el del PSOE tiene que parecer del PP para triunfar. Al movernos en esos términos..., a ver qué pasa, no tengo nada claro.

Se viene Olona…

Efectivamente. También existe la opción de que Andalucía sea un laboratorio nacional para una futura gran coalición PSOE-PP, que no es algo descartable. Creo que Juanma Moreno tiene más que ver con Espadas que con esa señora montada a caballo. Lo mismo hay que aplaudir lo que hace tiempo nos parecía el colmo del colmo, que se juntaran PP y PSOE, así que así estamos.