Las dificultades que atraviesa el SAS son de sobra conocidas. Quejas por la situación que se vive en listas de espera –a pesar de que han bajado–, falta de médicos, recortes veraniegos criticados por colectivos y sindicatos, problemas de cobertura fuera de las grandes ciudades... Y la propia Consejería de Salud reconoce que hay mucho trabajo por hacer.

En ese contexto, el Hospital Virgen Macarena de Sevilla sufrió este lunes un importante colapso en las Urgencias. Una situación que sobrepasó a los profesionales, quienes lidiaron como pudieron con la situación. Los pacientes y sus acompañantes tuvieron que esperar mucho más de lo normal en salas de espera abarrotadas.

Y se dio una imagen, como poco, complicada. Pacientes en camillas acumulados en los pasillos de las Urgencias, a la espera de ser valorados, atendidos o recibir algún tipo de tratamiento.

Pacientes acumulados en los pasillos de las urgencias del Macarena.

Fuentes del SAS explican a lavozdelsur.es que, efectivamente, este lunes 21 de julio fue un día complicado. En total, a lo largo del día, explican que se registraron en las urgencias del Macarena 596 entradas, un volumen "muy superior al habitual".

Se da el caso de que los lunes son un día que, por lo general, recibe a más personas en las urgencias, ya que a menudo venían de sufrir algún problema en el fin de semana, pero esperan a la vuelta de los días laborables. Ocurre en general en todos los hospitales, pues es un comportamiento que tienen muchas familias andaluzas. 

Pero incluso, explican en el SAS, aun siendo lunes, la previsión de esos picos también se sobrepasó, en alrededor de un centenar de pacientes respecto a otros lunes de verano.

Asimismo, se acabó habilitando una segunda sala de espera para evitar que tanta gente acabara en el mismo lugar, en el mismo espacio, pero igualmente el servicio acabó sobrepasado. 

En verano, son habituales patologías relacionadas con el calor, que tiene sus horas de mayor intensidad en la tarde. Por eso, es al final de la tarde cuando más cantidad de pacientes acaban acudiendo, especialmente mayores.

Fuentes del servicio añaden que en todo momento continuaron realizándose los triajes y se dio prioridad 'uno' a aquellos que se encontraban en riesgo vital inminente o extrema y prioridad dos a las urgencias mayores que requerían atención rápida. Y a pesar de que había personas en camilla, "había camas" en el Hospital y aquellos que necesitaran ser ingresados fueron pasando a las plantas del hospital según sus necesidades. "No hubo pacientes pendientes de ingreso", explican.

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Pablo Fdez. Quintanilla

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