La alcaldesa de Sanlúcar, Carmen Álvarez, ha visitado los trabajos que se están llevando a cabo en el histórico jardín de Las Piletas para su adecuación y posterior reapertura al público: “Los sanluqueños y sanluqueñas podrán disfrutar próximamente de este enclave único”.
La alcaldesa ha recordado que el jardín de Las Piletas “es un rincón especial tanto para miles de sanluqueños y sanluqueñas como para los veraneantes que durante años pudieron disfrutar de este maravillo enclave y de sus aguas, que llegaron a ser beneficiosas para numerosas personas que se hallaban en delicado estado de salud”.
La reapertura de espacio, que lleva años cerrado, “es un compromiso contraído con los artesanos locales, ecologistas y, en general, de todos los sanluqueños y sanluqueñas”.
“Queremos recuperar la fisonomía original del jardín de las Piletas, posibilitando que aquí se vuelvan a realizar actividades como ferias artesanas y actividades culturales, que es lo que necesita Sanlúcar”, adelantó la regidora que en esta recuperación incluye las especies animales y vegetales de emblemático lugar.
Los trabajos que están realizando los empleados de la Delegación de Infraestructuras y de Emulisan en el jardín de Las Piletas, consisten en una limpieza general y un desbroce para eliminar residuos que se han ido acumulando tras años de abandono, se ha respetado el periodo de poda de las distintas especies vegetales, rehabilitación de los caminos y la solería “intentando recuperar la imagen clásica que tuvo”.
Desde la Delegación de Medio Ambiente señalado la línea a seguir para la recuperación de las especies de flora y fauna presentes en este lugar. Tanto el jardín de Las Piletas como los navazos aledaños se encuentran recogidos en el catálogo de inmuebles protegidos con la máxima catalogación en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
La historia cuenta que el primer visitante ilustre que habla de sus aguas es el célebre escritor Tomás de Iriarte, en 1791. El duque de Osuna en 1809 patrocinó la formación del paseo y glorieta central de Las Piletas y embelleció el primitivo pozo de aguas, denominado por aquel entonces Las Piletas Viejas. En 1903 por Real Orden se declaró de Utilidad Pública el agua de Las Piletas y a partir de 1917 el Ayuntamiento de la ciudad se hizo cargo de su explotación.
La importancia histórica del jardín radica en su carácter exclusivo de ser el único que se conserva según su primitivo estado, permaneciendo como fiel testigo de aquella función tradicional de Sanlúcar como centro curativo de descanso y reposo. Por sus propiedades medicinales, las aguas de Las Piletas estaban consideradas, desde antiguo, como uno de los cuatro manantiales más importantes de los 25 existentes en la ciudad durante el siglo XIX.
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