El Tanatorio de Jerez vuelve a sufrir esta semana colapsos a pesar de haber ya reabierto las salas que perdió durante unas obras desde noviembre hasta enero. Así lo hacen saber familiares de personas fallecidas y ha podido constatar este periódico.
El problema se encuentra principalmente en que se ha producido un incremento de fallecimientos que impide que pueda darse servicio en Jerez a todas las familias que lo requieren. Así, mientras se van liberando salas para velar, otras quedan a la espera mientras corre el reloj hasta que llegue la hora del enterramiento o la incineración. Mientras tanto, los cadáveres permanencen en las cámaras con las que cuenta el recinto.
A lo largo de la presente semana que acaba, se ha producido una docena de muertes por covid según cifras oficiales, que son un incremento en la actividad normal de los servicios funerarios, en un mes del año que tradicionalmente ya sufre un incremento relacionado con el frío y su consecuente empeoramiento en personas con una salud delicada.
El Tanatorio ha realizado reformas en los pasados meses para reducir en dos salas el total, de nueve a siete, pero más espaciosas y confortables. Sin embargo, está resultando insuficiente para días de incremento de la actividad como los de esta semana.
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