El gobierno municipal en funciones prepara la transición en el Ayuntamiento de Jerez con vistas a la toma de posesión de los nuevos concejales y a la investidura de María José García-Pelayo como nueva alcaldesa de la ciudad, la tercera vez en veinte años que la dirigente popular agarra el bastón de mando en un pleno de constitución de la Corporación municipal.
A diferencia de otros arranques de mandato, la situación económica que va a encontrar la ya regidora in pectore es si no envidiable, al menos más boyante que lo que sufrió en el pasado reciente de un municipio acostumbrado a vivir con la soga al cuello.
Aparte de que la alcaldesa en funciones, Mamen Sánchez, ha dado orden de que se facilite todo lo posible el traspaso de poderes, dejando por escrito todo lo que se ha estado haciendo, en qué punto están los proyectos y todas las cuestiones que atañen a la gestión municipal, el Ayuntamiento que se encontrará Pelayo en esta nueva etapa no tiene nada que ver con el que se encontró en 2003, ni con el que se topó en 2011.
En el primer caso estaba en plena efervescencia de la edad dorada del pelotazo, con un socio de gobierno, Pedro Pacheco, en sus postrimerías en el poder municipal, cerrando jugosos convenios urbanísticos por doquier con una figura principal, la de José Luis López El Turronero, a la que curiosamente ha recurrido en este último año Mamen Sánchez. En el segundo caso, la líder del PP jerezano se dio de bruces con la absoluta bancarrota tras el mandato de Pilar Sánchez y la recesión económica tras el crack inmobiliario y la crisis de deuda.
A pesar de su tsunami en las urnas, fue muy complejo defender una mayoría absoluta en la ruina social y económica de una ciudad devastada. Sus soluciones desesperadas no funcionaron, ahora incluso algunas se reconocen como errores a olvidar, por lo que parece que todos llegan con la lección bien aprendida. Ella mismo lo dijo en una entrevista reciente con lavozdelsur.es: "Seremos equilibrados en las decisiones".
A pesar de que la coyuntura por la guerra de Ucrania y la inflación no es positiva, el Consistorio vive relativamente estabilizado, gracias al traspaso de deuda (sigue siendo milmillonaria) a los bancos —algo que inició Pelayo en su etapa con los famosos créditos ICO y compra de deuda de proveedores—, gracias a la fluidez en los ingresos del 100% de la Participación en los Ingresos del Estado (PIE), a la reactivación económica —especialmente en el plano de obras y de la promoción inmobiliaria— y de la Participación en los Ingresos de la Comunidad Autónoma (Patrica), y con un cañonazo de dinero procedente de Europa.
Fuentes municipales aseguran a lavozdelsur.es que, en este momento, la nómina de la plantilla municipal está garantizada, al igual que el pago a proveedores, contando además con un escenario de 29 millones de euros concedidos en diferentes programas de los fondos Next Generation a los que se ha ido presentando en concurrencia competitiva el Ayuntamiento.
Aparte, hay multitud de obras y proyectos en marcha que Pelayo inaugurará casi nada más aterrizar en la Alcaldía, ya sean del propio Ayuntamiento, caso de la nueva jefatura de la Policía Local —que ha vivido un sinfín de penalidades para su desbloqueo y finalización—, o de la Junta, que prevé tener ultimado el Museo del Flamenco de Andalucía el próximo 16 de noviembre, Día del Flamenco.
El único gran marrón que deja Mamen Sánchez y su gobierno al ejecutivo local entrante es el cierre del acuerdo-convenio con el personal laboral del Ayuntamiento, así como un plan de estabilización para un millar de empleados públicos que aún no está claro cómo concluirá.
No obstante, pese a todo lo dicho, habrá que ver realmente qué radiografía hace el nuevo gobierno local del PP de lo que se encuentra al encender los ordenadores del Consistorio y habrá que ver cuál es realmente el estado y balance de una gestión que, según el ejecutivo saliente, los ciudadanos no han penalizado en las urnas, sino que se han dejado llevar por la corriente antisanchista y el malestar socioeconómico que recorre el país.
"Ha habido gente que me ha reconocido que no sabía ni a qué estaba votando", aseguraba un miembro destacado del gobierno de Mamen Sánchez. "¿Quién ha entrado ahora; antes quién estaba...? A mí hay muchas cosas de Vox que me gustan", mantenía este miércoles un joven peluquero del centro de Jerez sobre lo que se ha vivido en las urnas este pasado 28M.
"Me han dejado un Jerez peor que hace ocho años", decía Pelayo en la referida entrevista con este periódico. Solo hasta que tome posesión sabremos hasta qué punto esa frase ha sido un mero recurso dialéctico como estrategia de campaña o, en cambio, se traduce en una realidad dramática el seno del gobierno de la quinta ciudad de Andalucía.
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