La verbena de la barriada de la Asunción volvió para quedarse en Jerez. El pasado sábado se consagró como un éxito rotundo para los vecinos y vecinas de la zona, que pudieron disfrutar del cante jondo y del flamenco en todas sus formas sobre las tablas de la verbena, un escenario donde ya brillaron en su día artistas de la talla de Luis de la Pica, Fernando Terremoto o el Capullo de Jerez, entre otros.
El aparcamiento del centro comercial se llenó hasta la bandera, reuniendo a familias y amigos en torno a un cartel de grandes artistas jerezanos. Incluso desde los balcones, los vecinos no dejaron pasar la oportunidad de vivir la fiesta flamenca. Minutos antes del arranque, ya se escuchaban los primeros quejíos de los artistas tras el escenario, afinando voces y guitarras para que todo sonara perfecto.
La verbena estuvo conducida por el periodista taurino Javier Bocanegra, quien se crio en el barrio, y su hija, la también periodista que firma esta crónica, Míriam Bocanegra. Ambos animaron al público desde el primer momento y fueron dando paso a cada artista con cercanía y complicidad, manteniendo la atención del público entre actuación y actuación.
La primera vez de Carmen
La encargada de abrir fue Carmen Fernández, una aficionada de Palmones (Algeciras) invitada por la Asociación de Vecinos La Integración. Por primera vez y en el barrio más antiguo del Distrito Este de Jerez, se subía a un escenario, y lo hizo con tres fandangos que se llevaron una merecida ovación.
Después llegó el turno de Eva del Cristo, quien abrió el cartel de los consagrados derrochando arte y gracia con su voz. Acompañada por la guitarra de Jesule del Puerto, llenó el espacio de emoción y cerró su pase con bulerías de Jerez que pusieron en pie a un público entregado, aunque muchos tuvieron que seguir de pie por la gran afluencia.
Alberto Sánchez 'El Almendro' confirmó con su actuación por qué sus premios internacionales no son casualidad. Con el toque de El Guardia a la guitarra, regaló un recital de técnica y transmisión, recorriendo palos con majestuosidad y elegancia, y dedicando un homenaje sentido a la tierra y a barrios como La Plazuela.
Si hubo alguien que se ganó al público desde el primer instante, ese fue el Pescaílla de Jerez. Vecino del barrio desde niño, se sintió como en casa y lo transmitió en cada cante. Entre improvisaciones, letras dedicadas al barrio y hasta un guiño al bar El Cazador -homenajeado por su 50 aniversario-, convirtió la verbena en una auténtica juerga flamenca donde hasta los más tímidos se animaron a bailar frente al escenario.
Ruiz Miguel, la sorpresa de la noche
La sorpresa de la noche llegó con la aparición del torero Ruiz Miguel. El diestro, recién llegado de un programa en Canal Sur en Ubrique, subió al escenario junto a la alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo, para entregar la placa conmemorativa al bar El Cazador. "Cuando sea el fin de fiesta, me echaré una pataíta", bromeó, arrancando una ovación como si estuviera en la plaza. Tony, representante del bar, agradeció emocionado el reconocimiento.
Ángel Torres, 'El Mijita' y el final de Macarena de Jerez
El testigo lo recogieron Ángel Torres y Alfonso Carpio 'El Mijita'. El primero apostó por bulerías y otros cantes típicos de Jerez, mientras que 'El Mijita' se sumergió en los estilos más antiguos, desde tonadas y saetas hasta las alegres palmas que sonaron con fuerza entre el público.
La última en salir fue Macarena de Jerez. Con un traje de gitana rojo, derrochó compás y elegancia, intercalando baile y cante en un recital que culminó con una versión por bulerías de Procuro Olvidarte, de Hernaldo Zúñiga. El público, emocionado, no dudó en ponerse en pie para ovacionarla durante varios minutos.
El Fin de Fiesta reunió a todos los artistas en el escenario para unas bulerías colectivas que arrastraron al público a bailar también arriba. Una demostración de que el barrio de la Asunción sigue siendo un barrio flamenco, con esencia y con vecinos que merecen mantener viva esta cita, homenajeando al arte que les identifica.