Uno de los secretos más refrescantes del verano andaluz está en Cañaveral de León, en Huelva. En pleno centro de este pequeño municipio de apenas 400 habitantes se encuentra La Laguna, una gran alberca tradicionalmente usada para el riego agrícola que, cuando llega el período estival, se convierte en una piscina natural de uso recreativo. La experiencia, tan insólita como atractiva, convierte al pueblo en un destino apetecible para quienes buscan escapar del calor sin acudir a la costa.
La localidad se encuentra a tan solo una hora y veinte minutos de Sevilla, y forma parte del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Allí, el manantial que alimenta La Laguna surge de la emblemática Fuente Redonda, de origen árabe, y fluye desde las entrañas de la sierra para hacer posible el sistema de riego de la zona y para que nadie pase calor. Este año, es el segundo que la piscina arranca su temporada de baño, tras cuatro veranos cerrada al público.
Una alberca histórica con agua de manantial
La Laguna de Cañaveral está declarada Bien de Interés Cultural y su importancia va más allá de lo funcional. No solo mantiene vivas las huertas locales, sino que también se ha consolidado como punto de reunión vecinal durante los días más calurosos. El agua sobrante del manantial se almacena en esta gran alberca antes de ser redistribuida, permitiendo su uso como piscina en los meses de verano, siempre que las condiciones hídricas lo permitan.
El Ayuntamiento ha anunciado que el horario de baño recreativo para 2025 será de 12.00 a 22.00 horas, con acceso gratuito. No obstante, se anima a los visitantes a realizar donativos voluntarios para el mantenimiento del espacio, a través de una urna instalada en la entrada del consistorio. La normativa también prohíbe expresamente el baño de mascotas y la instalación de mobiliario como mesas en las inmediaciones del recinto.
Mejoras para una temporada muy esperada
Con vistas a la nueva temporada, el Ayuntamiento ha llevado a cabo mejoras estéticas y estructurales en La Laguna. El pasado 18 de junio se informó de la finalización de una nueva capa de pintura en el interior de la alberca. No obstante, en ese mismo comunicado se advertía que aún no estaba lista para su uso y que estaba prohibido el acceso hasta nuevo aviso.
“Por favor, respetad las normas. No está en funcionamiento todavía y necesitamos la colaboración de todos para que esté en perfectas condiciones cuando llegue el momento”, señalaba el mensaje difundido por el Consistorio a través de sus canales oficiales. Tras estos trabajos, ya está operativa.
Para quienes prefieran cambiar las playas por propuestas de interior, esta piscina improvisada en el corazón de un pueblo serrano se perfila como uno de los planes más originales cerca de Sevilla. El enclave combina tradición, naturaleza y comunidad, ofreciendo una alternativa refrescante y singular al clásico verano andaluz.
