Las carreteras en verano en la provincia de Cádiz multiplican su tráfico en ciertas horas del día. Y especialmente los fines de semana, cuando hay aglomeración en algunas vías para poner la sombrilla en primera línea de la playa.
Sin embargo, por desgracia, esto también provoca colisiones que pueden darse tanto en horas diurnas como nocturnas. Por eso, al igual que el resto del año, hay que mantener la precaución para evitar accidentes. A veces, incluso, se saldan con fallecidos.
Una de las fórmulas de la DGT para marcar los llamados puntos negros en las carreteras de Andalucía son los radares. Estos se suman a otras actuaciones, como las bandas sonoras para evitar salidas del carril, o los avisos con señales y similares, a los que hay que estar muy atento.
Con todo, algunas playas de Cádiz cuentan con accesos algo más difíciles, que pueden provocar algún susto si no se tiene cuidado.
Una de esas carreteras es la CA-33, la vía que une Cádiz capital con San Fernando. En esta carretera se encuentra la playa de Cortadura, Santibáñez y Torregorda.
Además, se encuentra el famoso Ventorrillo del Chato. Esta vía cuenta con un par de radares para tratar de concienciar a la gente sobre la peligrosidad de la zona.
En sentido San Fernando desde Cádiz, en Google hay un punto marcado como 'multa segura', con ese nombre, puesto por un usuario para concienciar a la gente sobre esta carretera.
Está ubicado en un pequeño acceso a Cortadura, donde a menudo se paran coches para recoger a los bañistas y que a veces incluso aparcan a pie de playa. El peligro es que un coche despistado se meta desde la carretera en este acceso y colisione con un coche donde se están bajando o subiendo personas.
Además, en esta carretera hay un radar en la zona de El Ventorrillo del Chato, y otro en la entrada de San Fernando. Toda precaución es poca. Más allá de las multas, es una carretera donde extremar el cuidado, el entorno de Cortadura.