El pequeño Luca, hallado muerto la pasada semana en una playa de Garrucha (Almería), habría sufrido agresiones físicas y sexuales que condujeron a su fallecimiento, según el auto de ingreso en prisión dictado por la Sección Civil y de Instrucción número 4 del Tribunal de Instancia de Vera.
El documento describe que la pareja sentimental de la madre del menor lo habría violado y golpeado hasta causarle la muerte, un episodio que, según el auto, se habría producido “con conocimiento” de la madre. Tras abandonar el cuerpo en un búnker cercano a la playa, la mujer envió un audio a familiares en el que se mostraba abatida y decía “por no saber cuidar” a su hijo, mientras el detenido tenía en vigor una orden de alejamiento respecto a ambos.
"Maltrataba y golpeaba" habitualmente al pequeño
El auto detalla que Juan David R.C. “maltrataba y golpeaba” habitualmente al niño, aprovechando los momentos en los que se quedaba al cuidado de Luca en el domicilio que compartía con su madre. En una ocasión, según los investigadores, habría llegado a fracturarle un hueso del brazo. El juez señala que estas agresiones se producían posiblemente “con conocimiento” de la madre, Bárbara Ysmar B.O., quien dejó solos al niño y a su pareja la mañana del 3 de diciembre mientras acudía a su trabajo en un quiosco.
De acuerdo con el auto, el acusado habría aprovechado esa franja horaria para violar al menor y golpearlo “de forma reiterada” en abdomen y otras zonas del cuerpo. La autopsia preliminar indica que Luca murió por shock hipovolémico, desgarro hepático y un politraumatismo abdominal con derrame intestinal. La Guardia Civil estima que la madre pudo haber regresado al domicilio cuando su pareja le comunicó que el niño se encontraba “mal”, lo que hace sospechar que “incluso podría haber estado presente en parte de esa agresión física del menor”, que falleció hacia las 15:30 horas. El acusado manifestó que la mujer estuvo en la vivienda “en las horas previas al fallecimiento del menor” sin mostrar intención de intervenir.
Conocimiento del maltrato
El auto también recoge los mensajes enviados por la madre a familiares y a otras personas, de cuyo contenido “se deduce indiciariamente que la propia investigada se habría atribuido participación presunta en la causa de la muerte del menor”. Ambos habrían trasladado después el cuerpo de Luca hasta un antiguo búnker de la playa de Garrucha, en el límite con Mojácar, donde lo abandonaron. El documento sostiene que la madre tenía “indiciariamente conocimiento previo del maltrato habitual” ejercido por el investigado, como apuntan testigos y declaraciones previas realizadas ante agentes y jueces.
La Guardia Civil ha iniciado una investigación interna para aclarar la actuación de los agentes que atendieron a la tía-abuela del menor, quien acudió a denunciar la situación de Luca y no fue escuchada. El abogado del abuelo, José Luis Martínez, señaló que el niño acudía solo al colegio y presentaba moratones de manera habitual, lamentando que “sorprendentemente nadie ha visto nada ni nadie se ha dado cuenta de nada”. Según se ha conocido ahora, la Fiscalía de Menores ya investigaba el caso y Servicios Sociales tenía prevista una visita a la madre un día después del asesinato.
El abuelo del pequeño Luca se ha personado como acusación particular y ha solicitado un expediente de jurisdicción voluntaria para poder incinerar el cuerpo del niño, dado que no ha sido posible obtener el permiso de la madre, que permanece en prisión provisional, comunicada y sin fianza, junto a su pareja. Ambos fueron detenidos después de que agentes localizaran el cadáver en la playa de Garrucha frente a una gasolinera, en torno a las 23.30 horas.