La actriz Alba Flores protagoniza dos de las series de mayor éxito de la historia audiovisual de España. Apenas hace un lustro se estrenó entre los grandes éxitos -después de otros muchos de apariciones más pequeñas en pantalla y mucho teatro- con Vis a vis. Ahí, su personaje de una de las presidiarias que más estima se ha llevado entre el público, supuso un trampolín hasta ser a día de hoy uno de los grandes talentos del arte dramático nacional. A ese papel se sumó luego el de La Casa de Papel, donde intepreta a Nairobi, una de las atracadoras en el éxito de Netflix.
Como ya deja entrever su apellido artístico, Alba Flores pertenece a la saga de Lola Flores, la jerezana que en el siglo XX llevó el nombre de la ciudad -y de Andalucía- por todo el país. Multidisciplinar como fue Lola Flores y con una gran personalidad demostrada en entrevistas, Alba Flores pudo haber cantado profesionalmente -ya lo hizo para alguna banda sonora-, pero le tiró más el otro gran arte de su familia, el de la interpretación.
Su abuela Lola Flores combinó canción con interpretación. Y su padre, el malogrado Antonio Flores, le dedicó incluso una canción a la pequeña Alba, nacida en 1986, nueve años antes del fallecimiento del cantante. Así, los personajes más públicos de su familia son también Rosario Flores y Lolita Flores, además de la hija de ésta última, la también actriz Elena Furiase. Un menor parentesco guarda con el ex futbolista y entrenador Quique Sánchez Flores, hijo de su tía abuela Carmen Flores.
https://youtu.be/fD1Fo_JDWnw
De pequeña, Alba ya apuntaba maneras. Con apenas cinco años hizo una aparición en el programa presentado por Jesús Vázquez Hablando se entiende la basca. En él, confesó que quería ser veterinaria, y que no le tiraba tanto la canción. Al final, se dedicó al arte. En un vídeo hecho viral en los últimos días, se la puede ver mostrando su facilidad para declamar, al pronunciar un trabalenguas que en alguna ocasión usan los actores para el calentamiento de voces.
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