Polémica, pero a nadie deja indiferente. Si en algo destaca la céntrica plaza Esteve es por haber sufrido una gran transformación a lo largo del siglo XX. Su nombre deriva del valenciano José Esteve López, arquitecto municipal y autor de la Plaza de Abastos, en 1885. Y es que no se puede comprender la gran transformación de esta plaza sin tener en cuenta la obra de Esteve y de precisamente el que fuera su sucesor como arquitecto municipal a partir de 1936, Fernando de la Cuadra.

El primer cambio significativo de esta zona es la construcción de la Plaza de Abastos a partir de los terrenos anexos del antiguo convento de San Francisco, propiedades que pasaron al Estado fruto de la desamortización. Esta circunstancia propició que se abriera la zona que hoy conocemos como plaza Esteve. Con la construcción de este mercado central que de facto ya lo había sido durante los años anteriores al establecerse allí puestos comerciales, la plaza Esteve comenzó a ser una de las zonas más dinamizadas de la ciudad. La existencia de todo tipo de puestos en esta vía está referenciada desde un primer momento.

Si Esteve abrió esta zona a Jerez y contribuyó construyendo un mercado de abastos a la altura de la ciudad, Fernando de la Cuadra termina configurando este enclave, símbolo de la modernidad en Jerez. Varios edificios anexos, entre los que destacan el frontal desde el que se cruza a Lancería, y el edificio del IARA (Instituto Andaluz de Reforma Agraria), hacen la plaza Esteve tal y como la conocemos hoy, con su mítica cafetería La Vega y sus vistas de postal. Mención especial requiere, en esa línea, el edificio del IARA. Su construcción, de 1959, provocó el derribo de parte de la Plaza de Abastos y la completa transformación de la zona, bastante criticada a posteriori. Hace tan solo unos años, el anterior gobierno municipal planteó su derribo para ensanchar la zona, mientras que a lo largo de la presente legislatura algunos grupos políticos han preguntado y hecho propuestas sobre su futuro, al calor de las opiniones que han defendido su conservación como elemento distinguido de la arquitectura modernista frente a su deterioro y su posible derribo. Entretanto, parece que hay una propuesta para comprar el edificio por parte de una cadena hotelera, algo podría preservar el edificio y darle un uso útil.

A finales del siglo pasado, otra polémica también se ciñó con Esteve: su última remodelación y reurbanización de toda la plaza tras las obras acaecidas, en las que el Ayuntamiento se vio obligado a recular estéticamente. Pero no fue ni la primera vez, como comentamos, ni puede que la última. Otro proyecto, en el aire pero con intención de ser realizado a lo largo de esta legislatura, contempla la instalación de bandas de rodadura, combinando empedrado y asfalto, con intención de disminuir el ruido y mejorar la calzada. Sin duda alguna, una actuación muy necesaria para la zona. Aunque no sabemos cómo acabará y si tendrá buena acogida por parte de los comerciantes y la ciudadanía. Nadie piensa, por otro lado, en su peatonalización... pero lo cierto es que tanto tráfico rodado no favorece a una plaza Esteve que sí que ve los años pasar. Entre garajes, autobuses y camiones... ¡Quien la ha visto y quien la ve! Esteve, uno de los centros neurálgicos de Jerez.

Sobre el autor:

Sebastián Chilla.

Sebastián Chilla

Jerez, 1992. Graduado en Historia por la Universidad de Sevilla. Máster de Profesorado en la Universidad de Granada. Periodista. Cuento historias y junto letras en lavozdelsur.es desde 2015. 

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