La localidad de Villaluenga del Rosario es, a fecha de 18 de enero, el único municipio de la provincia de Cádiz con la tasa de contagios de coronavirus a cero. No hay ninguno que resistiera a la segunda ola y menos aún en la Sierra de Cádiz, que sufrió una fuerte explosión de contagios relacionada entonces con el gran número de turistas del puente del Pilar, allá por octubre. Ahora, la Navidad y la primera nevada del año no han generado ese efecto, al menos de momento, y el distrito sanitario es el que tiene la tasa de contagios más baja de la provincia, aunque en cualquier caso en unos preocupantes números superiores a 400. Hay covid, pero proporcionalmente menos.
Y dentro de esos datos que hablan por el momento de una tercera ola más contenida, destaca Villaluenga. Tiene solo 455 habitantes censados, el más pequeño de Cádiz, pero es uno de los que más atractivos turísticos presenta en sus escasos kilómetros cuadrados de núcleo poblacional, un lugar frecuentado por turistas. Y con todo, doce días después de la Noche de Reyes, sigue con el contador a cero en este 2021, "aunque esto cambia por horas, es un pueblo libre de coronavirus", explica el alcalde y senador socialista Alfonso Moscoso.
"La incidencia afecta de forma desigual en los últimos meses. Después del Puente tuvo un repunte por distintas circunstancias, con personas que se contagiaron". Ahora, parece, es distinto. "Todo se debe a la responsabilidad del conjunto de la ciudadanía, y a la preocupación que aquí existe hacia el coronavirus. Es un pueblo pequeño, con una población bastante envejecida, y tienen miedo a ser contagiados. El cumplimiento de las medidas está dando resultados". Aunque, reconoce, "la suerte es importante".
En total, han sido 16 casos los que ha registrado Villaluenga desde que empezó la crisis sanitaria, ninguno en activo actualmente. No tienen residencia de ancianos, aunque se prevé tenerla para 2023, siendo referencia para más localidades serranas. Los mayores del pueblo que pasan a residencias "suelen ir a Jerez, Arcos o Ubrique. Pero son pocos, de la mayoría se ocupan, como antiguamente, sus familias y pueden seguir viviendo en sus casas", explica. De igual modo, la vacuna tardará en llegar, porque no están entre los grupos designados para las primeras dosis. "En las gestiones que hemos tenido con la delegada territorial he insistido en que el conjunto de Villaluenga es como una residencia. Más del 30% de los vecinos tiene más de 60 años, es una alta densidad".
Esa preocupación de sus vecinos contrarrestaba con el citado carácter turístico de Villaluenga. Destaca el queso, del que se realizan "muchas ventas en la localidad directamente, de visitantes que vienen a comprarlo". Esta Navidad "hemos podido observar que las personas se han movido bastante poco. Ha habido una afluencia, pero prácticamente eran familiares o residentes de segunda vivienda. La semana pasada, que nevó, no hubo esa afluencia masiva como otros años. Poco a poco, en la ciudadanía, cala el mensaje".
A día de hoy, así, no parece cercano un cierre, aunque no hay que olvidar que a poco que haya una familia contagiada, al ser tan pocos habitantes, la tasa se disparará. Por lo pronto, indica Moscoso, "como alcalde veo bien las restricciones para alejar el virus de la localidad, pero conciliando la actividad de los establecimientos. Indudablemente, todos éramos conscientes de estos rebrotes a nivel nacional que iban a ocurrir. Ahora, el arma más poderosa es la de la vacunación, el conseguir una inmunidad importante".
Villaluenga, turismo y coronavirus en 2021
Respecto a lo que viene, Moscoso ya adelanta que no podrán celebrarse en las calles ni Semana Santa ni carnaval. Pero hay más. "Lógicamente somos conscientes de que los eventos de masificación van a ser complicados". Está la famosa Feria del Queso. "Estaba prevista para el primer fin de semana de abril. Hemos planteado que se pudiera celebrar el segundo de octubre, con la idea de que entonces pudiese haber un volumen mayor de visitantes y amantes del queso, gracias a la vacuna".
El otro gran evento del año es la romería. Pero para eso queda margen, el tercer fin de semana de junio. "Iremos esperando mes a mes con cautela, somos conscientes de lo difícil que será celebrar lo que suponga un número importante de personas". Y mientras, "los hosteleros en Villaluenga destacan que este ha sido un año muy malo, comenzamos el 2020 con datos muy importantes de afluencia, porque la recuperación económica respecto a la anterior crisis se notaba, habíamos remontado el vuelo. Desde el Ayuntamiento, hemos tomado varias medidas para amortiguar esta caída de comercios y hostelería, y hay un rayo de esperanza en este inicio de 2021, atendiendo a las informaciones de que el segundo semestre sea mejor y tengamos un verano lo más normalizado", remacha Moscoso.
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