“Nuestros discursos se han adaptado a las necesidades. Hemos pasado por muchos momentos, en los que más que hablar de política teníamos que defendernos de una serie de ataques que venían desde fuera. Nuestro discurso ha cambiado según las necesidades”, decía la periodista y política portuense Noelia Vera en una entrevista con lavozdelsur.es en 2015. Mucho ha cambiado Podemos (Unidas Podemos) desde entonces y mucho ha cambiado también el discurso de los líderes de la formación morada.
Para empezar el del exlíder Pablo Iglesias, que ya se fue de la primera línea, y que en aquella época defendía que lo realmente peligroso era “el rollo de los políticos que viven en chalés (…) ¿Darías la política económica a quien paga 600.000 euros por un ático?”.
Luego llegó Galapagar y fue el principio del fin. Ahora es precisamente Vera, de 35 años y que fue presentadora de La Tuerka, la que modula radicalmente este discurso germinal de la formación morada. Desde el pasado 4 de marzo, según reza en su declaración de bienes del Congreso, ha sumado a su patrimonio el 50% de un chalet en Madrid.
En concreto, según publica el digital Ok Diario, la diputada de Unidas Podemos por Cádiz —provincia de la que políticamente se ocupa poco o nada desde que ostenta el cargo de diputada hace cinco años—, se ha comprado una vivienda con piscina, pista de tenis y parcela de 2.759 metros cuadrados en la Sierra Oeste de Madrid (en Fresnadillas, a escasos 27 kilómetros y media hora en coche de Galapagar) gracias a una hipoteca de 216.000 euros (50% de los importes totales) “firmada con la misma entidad bancaria y ante el mismo notario” que lo hicieron Pablo Iglesias e Irene Montero en 2018 cuando adquirieron su chalet de Galapagar. Precisamente Vera es número 2 de Montero en el Ministerio de Igualdad, ya que es secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género, con un sueldo que superó los 100.000 euros en 2020.
Según el portal especializado en vivienda Idealista, recoge el referido periódico digitial, este chalet de Fresnadillas estuvo el año pasado a la venta por un precio medio de 365.000 euros, y también se podía alquilar por 1.300 euros al mes. En 2018, sobre el chalé de Galapagar, cuya compra incluso fue sometida a la consideración de la bases de Podemos, Vera dijo: “Si se ha ido a Galapagar es porque está sometido a persecución” y, aparte, “que una casa comprada de forma transparente ocupe páginas y páginas de periódicos no es normal”. Tampoco debería ser en política defender ayer algo ciegamente y hoy hacer lo contrario. De los pocos ex líderes de Podemos que, en este sentido, siguen siendo fieles al mismo discurso de los inicios, antes de tocar moqueta, mantienen sus viviendas de toda la vida en la provincia de Cádiz, dos de ellos en La Viña.
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