“Inés Madrigal nos representa a todas”. Luisa Fernanda Terrazas, presidenta de la asociación SOS Bebés Robados de Jerez, considera que el juicio contra el doctor Eduardo Vela, la primera persona que se sienta en el banquillo en España por un caso de bebé robado, será un “antes y después” en la lucha que este colectivo de mujeres, unas 3.000 en toda España, lleva adelante desde hace décadas.
Terrazas no ha podido acompañar a las cerca de 50 gaditanas, sevillanas y onubenses desplazadas a Madrid para apoyar a Inés Madrigal, la denunciante. Un “fuerte dolor de espalda” le ha dejado en tierra por recomendación de su médico. Aun así, su espíritu estaba en la capital de España, donde se ha celebrado la primera sesión del juicio contra Vela, exdirector de la clínica San Román, de Madrid y mano derecha de sor María, religiosa relacionada en la trama de los bebés robados y fallecida en 2013. El médico jubilado, de 81 años, ha negado a la fiscal que entregara “ninguna niña a nadie” y no ha reconocido su firma en la partida de nacimiento de la niña robada. En otras ocasiones ha mostrado una actitud olvidadiza ante la representante del ministerio público, que solicita para el acusado una pena de prisión de once años por los delitos de sustracción de menores, suposición del parto, falsedad documental y detención ilegal.
“Vela ha hecho muchas canalladas”, afirma Luisa Fernanda, que señala que en la trama de los niños robados “hay jueces, fiscales, abogados, matronas y celadores” y recuerda que hasta no hace mucho “de nosotras se decía que estábamos locas hasta que salió todo esto”. Terrazas sabe bien lo que dice. El 24 de febrero de 1972 dio a luz a gemelos. Antes de que naciera su segundo hijo la anestesiaron, aun sin habérsele practicado la cesárea. Al despertar le dijeron que sus hijos habían nacido enfermos, pero nunca les permitieron, ni a ella ni a su marido, poder ver a los bebés. Una monja y una enfermera la custodiaron el tiempo que estuvo en el hospital, hasta que a la semana les informaron que sus hijos habían muerto. Desgraciadamente, ella no podrá ver a su médico sentado en un banquillo. Murió hace dos meses, aunque explica que aún viven los pediatras que falsificaron la firma de su marido. Otra cosa es que acaben imputados.
Afectadas por la trama de los bebés robados, mostrando su apoyo a Madrigal, en los exteriores del juzgado. FOTO: EDUARDO PARRA / EUROPA PRESS
Tras su declaración, Vela abandonaba el juzgado en un coche, tapándose la cara para no ser captado por las cámaras de las distintas televisiones desplazadas hasta la sede judicial. Al grito de “criminal” y “asesino” le despedían decenas de personas, muchas de ellas madres afectadas por la trama de los bebés robados.
Por su parte, Inés Madrigal reconoció tras declarar como testigo que le “encantaría” que Vela “pidiera perdón porque ha hecho mucho daño. No lo va a hacer. Sabe muchos secretos. Vale más por lo que calla”. Madrigal, en declaraciones a los medios, añadió que “todo el mundo sabe que en este país se robaron niños. En todo el territorio. Es muy importante que se dé un paso porque tenemos fecha de caducidad. Las personas se mueren y las personas que perdieron a sus hijos ya son muy mayores y algunas ya han muerto”.
Además, ha confiado en que el Congreso comience a legislar y se tipifique el delito de desaparición forzosa. "A partir de ahí, que se pongan a investigar y a cruzar datos. No va a confesar. Tengo claro que he comenzado un proceso y voy a terminarlo igual. Sin saber quién es mi madre biológica".
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