Las recientes oposiciones al cuerpo docente en Andalucía han generado un profundo malestar entre los aspirantes, quienes han denunciado graves irregularidades en el desarrollo de las pruebas. Desde el colectivo Docentes Unidos Andalucía han expresado su "indignación por las condiciones en las que se han celebrado los exámenes", señalando que ya han conseguido "visibilizarlo un poco, pero hay que hacerlo mucho más, que la sociedad se entere de lo que vivimos y sufrimos". Este grupo de docentes ha instado a los participantes a presentar quejas formales ante la Junta de Andalucía para evitar que esta situación se repita en el futuro.
Los testimonios recogidos por el colectivo muestran una situación de desorganización e improvisación en distintas sedes de examen. Una aspirante que se presentó en Granada relató que "ha sido horrible", explicando que "dos horas nos han tenido sentados, muertos de los nervios, esperando a que el tribunal viniese de fotocopiar los supuestos que faltaban". Aseguró que el retraso se debió a la falta de una fotocopiadora adecuada en la universidad donde se realizaban las pruebas, lo que obligó al tribunal a desplazarse "a la otra punta". Para ella, el sistema es "de vergüenza".
Retrasos, desigualdades y sensación de abandono
En Sevilla, las quejas se centraron en los retrasos injustificados y la desigualdad entre especialidades. Una opositora afirmó que "solo los maestros de AL hemos empezado el examen a las once de la mañana", mientras que otros cuerpos comenzaron a la hora prevista. "Permitimos que nos falten al respeto", expresó, lamentando que "allí todos sentados como ovejas esperando a que la Junta decidiera". La misma participante cuestionó la equidad del proceso: "¿He hecho mi examen de oposiciones en igualdad de condiciones que uno de Primaria?".
El tono de las denuncias ha sido especialmente duro al reflejar una sensación de maltrato institucional. Una aspirante aseguró que la experiencia vivida en AL "se queda para los siglos de los siglos" y confesó estar "reventada". Otra denunció que el presidente de su tribunal, inspector de educación, comenzó la jornada "metiendo miedo con todo", lo que generó un ambiente de tensión añadido. "Trabajan así, con miedo", afirmó, añadiendo que a pesar de todo "deberíamos habernos levantado todos y liarlas, pero saben que hemos trabajado mucho y queremos nuestra ansiada plaza".
Desde Docentes Unidos Andalucía han querido reconocer también la labor de aquellos tribunales que actuaron con profesionalidad. Han agradecido "a todos esos tribunales con calidad humana, que saben lo que es una oposición y han hecho todo lo posible para que los opositores hagan su examen en óptimas condiciones". Este gesto contrasta con la mayoría de los relatos, marcados por el desconcierto y el agotamiento emocional de los candidatos.
Los exámenes han sido calificados como una oportunidad crucial para el futuro de quienes se presentan, y desde el colectivo se insiste en que "no se pueden permitir condiciones infrahumanas en muchos casos". La etiqueta #NoALasOpoBingo, usada en redes sociales, ha servido como canal para visibilizar las numerosas quejas, que apuntan a una falta de respeto y consideración hacia los opositores.
El mensaje que más se ha repetido entre los afectados es claro: "Somos personas, no números", una frase que para muchos resume el trato que sienten haber recibido por parte de la administración. El colectivo asegura que continuará promoviendo la denuncia de estas irregularidades, convencido de que "esto no queda aquí" y de que es urgente "parar este maltrato".
