Hace ahora 20 años que La Guita y 7 Up o, lo que es lo mismo, Grupo Estévez y PepsiCo (que tiene la licencia de este refresco de lima y limón en España) patentaron el rebujito. Así, como suena. Estaremos todos de acuerdo en que el rebujito, básicamente, es una bebida a base de fino o manzanilla que se mezcla con refresco de lima-limón, un poco de hierbabuena, cubitos de hielo... y poco más. Y se patentó.
En efecto, hubo un tiempo en que el uso de dicho nombre estuvo legalmente constreñido. A ver, no es que en las ferias andaluzas estuviera la policía pendiente de su uso en la cartelería de las casetas de feria o vigilando qué se ponía en una jarra cada vez que un grupo de amigos pedía un rebujito, pero es un hecho que bajo el nombre de rebujito se llegó a comercializar una especie de 'kit' (es decir, no se vendía un 'mixer' sino que se invitaba al comprador a que hiciera su propia mezcla en las proporciones que estimara oportunas) en el que iban en la misma caja botellas de manzanilla La Guita y 7 Up, los dos propietarios de la marca comercial.
Pero hagamos un poco de historia. El rebujito, tanto la mezcla como el nombre que se da a la misma, es un tema de debate. No hay una autoría clara, pero es evidente que hay sobre la mesa cuatro opciones y que va a ser absolutamente imposible llegar a un acuerdo sobre la misma. De una parte están seguramente las tres principales ferias de Andalucía occidental –por orden alfabético, Jerez, Sanlúcar y Sevilla– y, de otro lado, está la gran romería de Andalucía, el Rocío. Esos son los cuatro candidatos y a partir de ahí... a partir de ahí surge también la teoría de Huelva, con una bebida similar que se llamaba 'rebujo', así que no acabamos nunca. Rebujito no sería otra cosa que el diminutivo de rebujo, que, sin meternos en terrenos pantanosos, viene a ser una mezcla que se realiza con cierto desorden.
La existencia de esta propuesta con el nombre de rebujito es perfectamente constatable ya a finales del siglo XX, en la década de los 90. En Jerez, desde donde se escriben estas líneas, siempre se ha dado por hecho que el invento le corresponde, bien en su versión Feria del Caballo, bien en su versión hermandad rociera. O un ten con ten. Pero claro, no podemos asegurar nada. En Sanlúcar siempre se ha dicho que la manzanilla antecedió al fino en la mezcla, entre otras razones por tratarse –la suya– de una feria que siempre es posterior y, en buena lógica, es más calurosa. De Sanlúcar habría saltado a Sevilla, posibilidad que tiene todo el sentido, ya que coincide con el apogeo de la manzanilla en el Real de la Feria de Abril en detrimento del fino.
Sea como fuere, el consumo de fino y manzanilla con refrescos de lima y limón ya estaba consolidado cuando se produce primero la alianza entre La Guita y Seven Up (2004), momento en el que comienza a verse el 'kit' en las estanterías de las tiendas y, por supuesto, en el otoño de 2005, cuando se lleva a cabo la firma de la patente (y decimos 'otoño' porque mientras en internet aparece en dos referencias septiembre, en viejos apuntes de este cronista aparece octubre, tanta da).
La Guita, una gran marca
La Guita se había convertido en una gran marca gracias al impulso del equipo que presidía Carlos Moreno (un empresario en su día con intereses en distintos sectores, como la construcción y el turismo, además del bodeguero), aunque en Sanlúcar siempre se la consideró como una marca de Jerez: de empresarios de Jerez, por decirlo exactamente. Fruto de su éxito, en la Feria de Sevilla cundió incluso la broma de coleccionar y llevar en una trabilla del pantalón o alrededor del cinturón las guitas características de la marca para que el personal se hiciera una idea aproximada del consumo que llevaba el interfecto (o interfecta). La marca llamó la atención de José Estévez, que apostó por ella (y por Valdespino) en el proceso de expansión que emprendió por aquellas fechas.
De 7 Up, qué decir... nacida en Estados Unidos en 1929, justo dos semanas antes del crack de Wall Street, es una marca mundialmente conocida que tiene distintos elaboradores en función del país; en España, como se ha señalado más arriba, la licencia es de PepsiCo.
Ya se ha hecho referencia a que en ningún momento hubo restricción al uso popular del término 'rebujito': hubiera sido como poner puertas al campo. Aunque la colaboración entre La Guita y 7 Up se ha mantenido en mayor o menor medida a lo largo de todo este tiempo, siempre en la defensa de su propia fórmula, con distintas campañas y propuestas, otras bodegas del Marco de Jerez han hecho uso de ese nombre. Por ejemplo, Barbadillo ha recuperado ese término, 'rebujito', para dar nombre a su propia marca de 'spritz', esa bebida ya embotellada que no deja de ser otra cosa que heredera del viejo rebujito y que actualmente está consiguiendo importantes niveles de aceptación (momento visionario de González Byass con el Croft Twist) tanto en las ferias como de manera cotidiana en la hostelería... y a partir de la misma fórmula, ya saben: fino o manzanilla, lima, limón, hierbabuena... y algún pequeño secreto (flor de saúco, bergamota... a gusto del maestro mezclador).