Durante tres jornadas intensas y muy técnicas, un grupo de representantes del sector vitivinícola del Marco de Jerez viajó hasta el VCR Research Center, en Rauscedo (Italia), para sumergirse en los últimos avances en selección clonal, sanidad vegetal y desarrollo de nuevas variedades resistentes creadas por Vivai Cooperativi Rauscedo (VCR). El viaje, organizado junto a Agromillora, combinó sesiones formativas, catas de microvinificaciones y recorridos por campos experimentales, y culminó con una jornada cultural en Venecia que sirvió de cierre a una experiencia de gran calado profesional.
El grupo formaba parte de una expedición técnica más amplia con profesionales de toda España de la mano de Agromillora —entre ellos Benjamín Crespo, Javier Hidalgo y Álvaro Salas— y contó con la guía de Mauro Pizzuto, doctor ingeniero agrónomo y responsable de VCR. Él fue quien detalló el trabajo que desarrolla el vivero en materia de innovación varietal, mejora sanitaria y experimentación orientada al futuro del viñedo.
El foco se sitúa en la experiencia de los asistentes procedentes del Marco de Jerez, coordinados por el delegado de Agromillora Andalucía, Álvaro Salas.
Una mirada al futuro de la vid
Desde el Consejo Regulador del Marco de Jerez, David Gómez subrayó la importancia estratégica de compartir conocimiento: “El Consejo tiene la responsabilidad de acompañar al sector en su evolución. Conocer proyectos de I+D como los de VCR nos permite anticipar los retos varietales y climáticos que afrontaremos en los próximos años”.
Ciencia aplicada y transferencia real
Los representantes del IFAPA Rancho de la Merced, Alejandro Castilla y Enrico Cretazzo, destacaron la conexión entre investigación y práctica vitícola. Castilla señaló:
“El trabajo de VCR demuestra que la ciencia puede tener un impacto directo en la sostenibilidad y productividad del viñedo. Nos llevamos muchas ideas sobre cómo integrar estos modelos en nuestros programas de ensayo en Andalucía”.
Cretazzo añadió: “En nuestras condiciones, aplicar parte de estos métodos especialmente en la elección del portainjerto y el control sanitario en vivero podría marcar una diferencia importante en la implantación y longevidad del viñedo”.
También la investigadora de la Universidad de Cádiz, Ana Jiménez Cantizano, valoró la visita como “una oportunidad de acercar la investigación universitaria al sector vitivinícola”.
“La universidad debe ser un puente entre la ciencia y la práctica. Conocer cómo trabaja VCR nos permite enriquecer la formación de los futuros profesionales de la enología y abrir nuevas líneas de cooperación”, sostuvo.
Tradición e innovación, una convivencia posible
Desde las bodegas jerezanas, las reflexiones pusieron énfasis en cómo la innovación puede convivir con el legado cultural del vino. José Manuel Malvido, de Bodegas Estévez, lo resumió así. “La innovación no está reñida con la tradición. Lo importante es mantener la identidad del Marco de Jerez, pero con herramientas que garanticen su sostenibilidad futura”.
Para Manuel Delgado, de González Byass, la clave está en el origen. “Todo comienza en la planta. Ver el rigor con el que VCR controla la trazabilidad y la sanidad del viñedo nos recuerda que el vino nace mucho antes de la vendimia”, dijo.
Manolo García, de Bodega Cayetano del Pino, calificó la experiencia como “inspiradora, no solo técnica, sino también humana”, destacando que “la relación entre viveros, bodegas e instituciones es esencial para afrontar los desafíos del cambio climático”.
“Visitar el VCR supone mirar al futuro del viñedo desde la raíz. Ver cómo trabajan la selección y el control sanitario del material vegetal nos ayuda a entender por qué la innovación empieza mucho antes de que la uva llegue a la bodega”, afirmó Francisco Muñoz, de Bodegas Fundador.
La visión desde el campo
El técnico José Luis Bernal puso el foco en la importancia del vivero para la gestión diaria del viñedo. “Impresiona el nivel de control en todas las fases, desde el material inicial hasta la planta lista para campo. Se percibe una trazabilidad absoluta y una búsqueda constante de uniformidad y vigor equilibrado. Este enfoque garantiza plantaciones más homogéneas y facilita una gestión agronómica más precisa”.
Una red que impulsa al sector
Para Álvaro Salas, delegado de Agromillora Andalucía, la clave está en el intercambio: “Ha sido un privilegio compartir estos días con un grupo tan diverso y comprometido. El nivel de interés y conocimiento que hay en el Marco de Jerez es extraordinario, y este tipo de experiencias refuerzan el vínculo entre investigación, viverismo y viticultura. Agradezco especialmente la participación y la actitud abierta de todos los asistentes”.
El papel de Agromillora
Agromillora, compañía líder mundial del sector viverístico, ha sido motor de importantes transformaciones en la agricultura moderna. Su impulso al sistema de Olivar en seto, que ya es una realidad consolidada en la zona, ha permitido aumentar la eficiencia, la sostenibilidad y la rentabilidad de explotaciones que buscaban alternativas frente a los límites de los cultivos tradicionales. Un enfoque que, como en la vid, pone el acento en la calidad del material vegetal y en los estándares genéticos y sanitarios más exigentes.