Chipiona celebrará del 9 al 11 de enero la VI edición de la Ruta de la Galera y el Mosto, una iniciativa gastronómica que vuelve a situar en primer plano uno de los productos más representativos de los mares de la zona, la galera, acompañada del mosto elaborado por los bodegueros locales.
El evento, que alcanza ya su sexto año de trayectoria, se desarrollará en distintos establecimientos del municipio, donde vecinos y visitantes podrán degustar este marisco en un momento especialmente apreciado por su sabor y calidad, coincidiendo con la época en la que las galeras se encuentran llenas de coral.
Desde el Ayuntamiento se destaca la consolidación de esta ruta como una cita fija del calendario local. El alcalde de Chipiona, Luis Mario Aparcero, y el concejal delegado de Turismo, Francisco Javier Query, han animado tanto a la población chipionera como a los miles de visitantes a participar en esta propuesta gastronómica.
Ambos responsables municipales subrayan que la celebración de la ruta contribuye a romper la estacionalidad turística, generando actividad y contenido en la localidad justo después del periodo navideño, uno de los objetivos estratégicos de la programación anual de eventos.
En los próximos días se dará a conocer la relación de establecimientos participantes en esta edición. Desde la organización se ha querido agradecer de antemano la implicación del sector comercial, gastronómico y hostelero, destacando su compromiso con la calidad, el buen servicio y la atención al público.
La Ruta de la Galera y el Mosto se enmarca dentro del programa municipal 12 meses, 100 eventos, una iniciativa con la que Chipiona busca ofrecer alternativas de ocio y cultura durante todo el año, tanto a sus vecinos como a los numerosos visitantes que mantienen un vínculo estrecho con la localidad.
La cigala de los pobres
La galera es un marisco tradicionalmente muy vinculado a la cultura pesquera local. Durante muchos años, las familias de los pescadores fueron sus principales consumidoras debido a su escaso valor comercial, lo que les llevó a popularizar el apelativo de "cigalas de pobres", a pesar de la finura y el sabor de su carne.
A diferencia de otros mariscos como las gambas, quisquillas o cigalas, las galeras no son carroñeras. Se alimentan de peces, moluscos, pequeños crustáceos y poliquetos vivos, lo que las convierte en depredadores especialmente activos y bien dotados por la naturaleza.
Aunque su mayor consumo se concentra tradicionalmente en la Navidad, cuando ya acompaña en muchas mesas a otros mariscos, la galera se comercializa prácticamente durante todo el año. Su mejor momento de sabor se sitúa entre diciembre y abril, coincidiendo con los meses de temperaturas más bajas, cuando salen de las galerías en las que se crían y, al hacerlo en época de celo, los machos presentan más carne y las hembras mayor cantidad de huevos o coral.
