La provincia de Cádiz cuenta con un rico patrimonio histórico, artístico, cultural y natural. Su capital es la ciudad más antigua de Occidente. Por los adoquines de sus pequeñas localidades han pasado cientos de culturas y pueblos, como los fenicios, los romanos o los musulmanes. Sus playas son de las más anheladas de toda Europa y los paisajes que brindan sus costas son el paraíso de cualquier amante de la naturaleza. He aquí 10 planes para saborear al máximo esta tierra sin gastar dinero.
Contemplar las estrellas de las Sierra de Grazalema
La Sierra de Grazalema es considerada por los expertos en la materia como el mejor lugar de la provincia de Cádiz para observar el firmamento. Además, este espacio cuenta con varias zonas que rozan la categoría de ‘Starlight’, es decir, zonas calificadas como ideales y óptimas para los aficionados a la astronomía por estar poco contaminadas luminicamente. La zona de los Llanos, los merenderos entre Benamahoma y Grazalema o el Puerto de las Palomas son algunas de las zonas de la Sierra de Grazalema perfectas para los amantes de la astronomía.
Recorrer los viñedos de Jerez
Jerez es conocido en el mundo entero por sus vinos. Si bien es cierto que las visitas a las bodegas o la degustación de los mismos resulta a veces un poco cara, dar un paseo andando o en bicicleta por los caminos que se trazan entre los pagos de las viñas que rodean la ciudad es, sin embargo, un placer al alcance de todos. La conocida como "carretera de Morabita", que sigue en buena parte el trazado del antiguo camino de Lebrija, deja a ambos lados tradicionales pagos de viñas, especialmente en su margen izquierda. Junto a los de Capirete y Manzanillos, el de mayores resonancias es el de Carrascal, con viñas como El Telégrafo, La Canariera, El Corregidor o Viña Romano.
Descubrir la historia de la ciudad más antigua de Occidente
Cádiz es la ciudad habitada más vieja de Europa. Cuenta con un legado histórico apasionante, escondido detrás de cada uno de los monumentos. Pasear por el barrio de Santa María, acariciar las viejas piedras del Teatro Romano, escuchar las campanas de la Catedral, cruzar la Puerta del Mar o alcanzar el Castillo de San Sebastián son solo algunas de las paradas obligatorias de los diversos 'free tour' que pueden hacer en la capital gaditana. De la mano de sus guías, podrás descubrir los rincones más emblemáticos de la ciudad y la historia que se esconde detrás de ellos.
Visitar el Museo Barbadillo y el Palacio de la Duquesa de Sanlúcar
El Barrio Alto es la parte más antigua de Sanlúcar y la que refleja con mayor claridad la trascendencia que tuvo la ciudad como punto estratégico para el comercio. En él, puede disfrutarse de edificios y casas señoriales que hablan de un pasado glorioso, como el Palacio de la Duquesa, cuya entrada es gratuita. Fue construido en estilo renacentista por la casa de Medina Sidonia en el siglo XVI, sobre la estructura de lo que parece ser un antiguo ribat o alcázar andalusí del siglo XII. Es este barrio también es posible visitar con entrada gratis el Museo Barbadillo, donde aprenderás todo lo que debes saber sobre los vinos del Marco de Jerez.
Pasear por el Parque Natural del Estrecho
El Parque Natural del Estrecho es el espacio protegido más meridional del continente europeo. Su importancia reside en que reúne valores ecológicos, paisajísticos, históricos y culturales de características singulares. Aunque, sin duda, las grandes protagonistas de este parque son las aves. En él podemos encontrar cigüeñas blancas, halcones abejeros, milanos negros, buitres leonados y hasta águilas imperiales. Desde algunas de sus partes más altas, con vistas al mar, a veces también puede observarse el paso de alguno de los cetáceos típicos del Estrecho, como delfines o cachalotes.
Disfrutar del atardecer en alguna de sus maravillosas playas
A finales de otoño y a lo largo del invierno, las costas gaditanas se convierten en un lugar perfecto para desconectar. Después del ajetreo estival, espacios emblemáticos como el Faro de Trafalgar, los Caños de Meca o la Playa de los Lances se transforman en paisajes de ensueño donde conectar con la naturaleza y renovar energías. Desde estos lugares es posible disfrutar de los atardeceres mágicos que brinda el sol al caer sobre las aguas del Estrecho de Gibraltar.
Caminar por una duna de arena de 30 metros
La playa de Bolonia, en Tarifa, se extiende a lo largo de cuatro kilómetros, bajo una hermosa duna de 30 metros, que es única en nuestra páis. Sobre ella, es posible caminar como si se estuviera en un desierto de arena. Sobre su punto más alto, las vistas del mar son espectaculares. Además, la duna se encuentra junto a un bosque de pinos piñoneros enclavado dentro del Parque Natural del Estrecho. La escasa ocupación humana del área circundante ha propiciado la conservación de Bolonia, considerada una de las pocas playas vírgenes de la zona.
Pedalear por las salinas de Bonanza
Situadas a muy poca distancia de Sanlúcar de Barrameda, estas salinas en activo discurren paralelas al río Guadalquivir. Forman parte de la historia de Sanlúcar de Barrameda, concretamente, de la época en la que la familia Medina-Sidonia gestionaba la producción y distribución de sal en todo el territorio. Por su encanto natural, por su flora y por su fauna, son un lugar ideal para ir a pasear en bicicleta mientras se contempla el paisaje. Si se presta atención, es posible observar multitud de aves, entre ellas, las colonias de flamencos que habitan en este territorio desde hace muchísimo tiempo.
Admirar las cuevas de Setenil de las Bodegas
Este pueblo es el más famoso de todos los que conforman la llamada ruta de los pueblos blancos de Cádiz. Su entramado urbano está declarado Conjunto Histórico y es de un valor histórico y patrimonial incalculable, pues su centro está incrustado en el tajo formado por el río Guadalporcún a su paso por la ciudad. Merece la pena conocer las emblemáticas Cuevas del Sol y de la Sombra, la calle Jabonería y la calle Herrería, los miradores, la Iglesia de la Señora de la Encarnación y el Torreón árabe
Perderse por Vejer de la Frontera
Otro de los pueblos mágicos de Cádiz es Vejer de la Frontera. El núcleo de la localidad se erige sobre un monte de 200 metros de altura, a orillas del río Barbate y a 8 kilómetros de distancia de la costa. No hay mejor plan que perderse por su laberíntico casco antiguo, nombrado Conjunto Histórico Artístico. Lo ideal es recorrer andando sus calles para contemplar la fachada de la Iglesia del Divino Salvador, las viejas murallas, el castillo medieval, la calle de la Corredera y las típicas casitas blancas que se extienden a lo largo de todo el pueblo.
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