'Telemantecado', un convento de clausura de Jerez reparte a domicilio sus dulces navideños artesanales

Dulces a domicilio en el convento de Santa Rita. Autor: Manu García
Dulces a domicilio en el convento de Santa Rita. Autor: Manu García

Jerez es uno de esos pocos lugares de la provincia de Cádiz donde aún se pueden comprar dulces navideños elaborados por monjas de clausura. Es el caso de las hermanas agustinas del convento Nuestra Señora de Gracia, también conocido como convento de Santa Rita, y precisamente este es el nombre elegido para una iniciativa pionera que consiste en repartir, en estas fechas, los dulces a domicilio.

Al llegar al convento nos recibe, con una cariñosa sonrisa, sor Fátima, priora de la comunidad, quien nos explica que la idea surge porque "nosotras estamos en el casco antiguo de la ciudad, por lo que es una zona de difícil acceso, sobre todo para venir en coche. Es complicado para que venga el cliente a comprar dulces". Fue un chico voluntario, que colabora con la congregación, el que les propuso hacer repartos a los hogares. “Él todos los años nos ayudaba vendiendo los dulces en un puestecito que instalaba cerca del Ayuntamiento, pero este año ha tenido varios impedimentos y no lo ha podido montar, así que se le ocurrió la idea de llevarlos a domicilio”, y así fue como se puso en marcha esta novedosa iniciativa que lleva por nombre Santa Rita.

Una de las hermanas echa miel a los pestiños que acaban de freir. FOTO: MANU GARCÍA

Los repartos se realizan los miércoles y los sábados y los encargos se pueden hacer llamando al teléfono fijo de la comunidad, 956 34 36 32, o a través de Whatsapp en el móvil 631 87 68 07.

La comunidad de las agustinas de Jerez cuenta actualmente con una veintena de hermanas y, en estas fechas, todas echan una mano para elaborar kilos y kilos de pasteles que salen cada día de su pequeño obrador para poder cubrir la demanda, tanto de las ventas a domicilio como las que se realizan en el propio convento, al que muchos vecinos acuden para comprar los dulces a través del torno como manda la tradición navideña.

“Cuando llega este tiempo la gente se entusiasma mucho porque hay muchos vecinos que recuerdan esta tradición de antaño” señala dor Fátima, “la mayoría de las personas que acuden al convento son los que han venido de toda la vida, y se nota que están esperando que lleguen estas fechas para venir a comprar los dulces”.

“Todos nuestros dulces se elaboran de manera totalmente artesanal, las figuritas se hacen a mano, los mantecados se envuelven a mano uno a uno… toda ayuda es poca para atender la demanda de estas fechas, por eso, las hermanas mayores también trabajan en el obrador en estos días, pero normalmente son unas doce hermanas las que trabajan en las labores de repostería” explica Sor Fátima quien recuerda que la venta de dulces es uno de los principales sustentos de la comunidad. "Cuando termina la Navidad la venta de dulces cae bastante, por eso el resto del año nos dedicamos a labores de costura y bordados que también vendemos".

Uno de los dulces que elaboran son las empanadillas de hojaldre rellenas de cabello de ángel. FOTO: MANU GARCÍA

Mantecados de almendra, chocolate, vainilla o canela, pan de Cádiz, que es una barrita de mazapán rellena de fruta escarchada, figuritas de mazapán, pastelillos de bienmesabe, pastas de mantequilla, pestiños, empanadillas de hojaldre con cabello de ángel, hojaldrinas… un sinfín de bocados que, sin duda, saben a Gloria.

Antaño existían en Jerez varios conventos que elaboraban dulces artesanos, pero ahora ya solo quedan dos, las clarisas y las agustinas de Santa Rita. “La falta de vocación ha hecho que se cierren muchos conventos y las comunidades son cada vez más pequeñas por lo que no pueden hacer frente a un trabajo así. Por eso cada vez hay menos repostería de conventos” nos cuenta Sor Fátima.

Todos los dulces están elaborados de manera artesanal. FOTO: MANU GARCÍA

“Ten en cuenta que se trata de un trabajo muy laborioso, porque nosotras el mazapán, por ejemplo, lo trabajamos desde que compramos las almendras enteras, las trituramos nosotras, la masa la elaboramos nosotras, entonces necesita manos fuertes y gente joven, pero es una labor que hacemos con mucho cariño". Lo importante, al fin y al cabo, es que "el dulce está hecho con mucho amor y con mucho entusiasmo, para que puedan disfrutarlo los jerezanos y todo el que los quiera comprar” concluye.

Por el momento aseguran que las ventas van muy bien en el arranque de la campaña navideña, tanto los que se venden en el convento como los que se llevan a domicilio, y no descartan volver a repetir la experiencia el próximo año para que sus dulces lleguen a todos los rincones de la ciudad.

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Tamara Ariza

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