Santa Lucía nació en Siracusa, en la isla de Sicilia, a finales del siglo III, en el seno de una familia acomodada. Desde joven decidió consagrar su vida a Dios, renunciando al matrimonio y distribuyendo sus bienes entre los pobres. Su firme determinación cristiana se manifestó en un contexto especialmente hostil para los seguidores de Jesús, durante la persecución ordenada por el emperador Diocleciano.
Denunciada por rechazar un matrimonio impuesto y por profesar abiertamente su fe, Lucía fue sometida a torturas y finalmente martirizada alrededor del año 304. La tradición cristiana ha conservado diversos relatos sobre su pasión, entre ellos el que la vincula simbólicamente con los ojos y la vista, motivo por el cual es invocada como patrona de quienes padecen enfermedades oculares.
El nombre Lucía proviene del latín lux (luz), y su figura adquiere un significado especial en el tiempo de Adviento, cuando la Iglesia espera la llegada de Cristo, luz del mundo. Su testimonio recuerda que la fe puede iluminar incluso los momentos de mayor oscuridad y persecución.
Santos y beatos que se conmemoran este 13 de diciembre
- San Antioco de Sulcis, mártir, venerado especialmente en Cerdeña.
- San Aristón de Porto Romano, mártir de los primeros siglos del cristianismo.
- San Eustracio, San Eugenio, San Mardario y San Orestes, mártires de Armenia, ejemplo de fidelidad hasta la muerte.
- San Judoco de Armórica, presbítero y eremita, conocido por su vida de penitencia y oración.
- San Auberto de Cambrai, obispo destacado por su celo pastoral.
- Santa Otilia de Hohenburg, virgen y abadesa, también invocada como protectora de la vista.
- Beato Juan Marinoni, presbítero, impulsor de obras de caridad y atención a los necesitados.
- Beato Antonio Grassi, sacerdote del Oratorio, recordado por su humildad y vida interior.
- Mártires coreanos de 1866, que entregaron su vida por la fe cristiana en medio de la persecución.