San Pío de Pietrelcina nació como Francesco Forgione en Pietrelcina (Italia) en 1887. San Pío ingresó en la Orden de los Frailes Menores Capuchinos adoptando el nombre de Pío. Ordenado sacerdote en 1910, se destacó pronto por su vida de profunda oración, austeridad y cercanía con los fieles.
En 1918 recibió los estigmas de Cristo, fenómeno místico que lo acompañó hasta su muerte en 1968. Desde el convento de San Giovanni Rotondo, donde permaneció gran parte de su vida, miles de peregrinos acudían para confesarse con él o participar en sus misas, buscando consuelo espiritual.
El Padre Pío fundó el hospital ‘Casa Sollievo della Sofferenza’ y promovió los grupos de oración, iniciativas que continúan vivas hoy en todo el mundo. Canonizado por san Juan Pablo II en 2002, es venerado como ejemplo de humildad, entrega al prójimo y fidelidad a la cruz de Cristo.
Otros santos y beatos del 23 de septiembre
- San Lino, papa y mártir († 76): sucesor directo de san Pedro en la sede de Roma, gobernó la Iglesia en sus inicios y es recordado por su firmeza en la fe.
- San Andrés Fournet († 1834): sacerdote francés, fundador junto a santa Isabel Bichier des Âges de las Hermanas de la Cruz.
- Santa Tecla, virgen y mártir († s. I): discípula de san Pablo, venerada en Oriente y Occidente como modelo de fidelidad a Cristo frente a la persecución.
- San Adomnán de Iona († 704): abad irlandés, célebre por sus escritos sobre san Columba y su labor en la evangelización.
- Beato Guillermo Way († 1588): sacerdote inglés, ejecutado durante la persecución isabelina por mantenerse fiel al catolicismo.