Los Santos Inocentes son los niños de Belén que, según el Evangelio de san Mateo, fueron asesinados por orden del rey Herodes en su intento de acabar con el recién nacido Jesús. Aunque no conocieron conscientemente a Cristo, la tradición de la Iglesia los reconoce como mártires, al haber dado su vida “en lugar de Cristo” y por causa de Él.
Este episodio, conocido como la Matanza de los Inocentes, pone de relieve el contraste entre la fragilidad del nacimiento del Salvador y la violencia del poder que se siente amenazado por la llegada de la luz. Desde los primeros siglos, la Iglesia vio en estos niños un testimonio silencioso pero elocuente de la inocencia perseguida y del sufrimiento injusto.
La celebración litúrgica del 28 de diciembre invita a una reflexión profunda sobre el valor de la vida humana, especialmente la de los más indefensos, y sobre la dimensión del martirio como participación en el misterio redentor de Cristo. En el contexto navideño, esta fiesta introduce una nota de sobriedad y compromiso ético, recordando que la Navidad no está desligada del dolor del mundo.
Otros santos y beatos que se celebran el 28 de diciembre
- San Teófilo de Cesarea, mártir, que dio testimonio de su fe cristiana en tiempos de persecución.
- San Domnino, mártir, venerado por su fidelidad a Cristo hasta la muerte.