Una de las primeras imágenes a color captadas por la 'Perseverance'.
Una de las primeras imágenes a color captadas por la 'Perseverance'. NASA

Aprovechando de que aquí, en Cádiz, este domingo es todavía Carnaval, concretamente es el último día, el conocido como Domingo de Piñata, he metido este título para el artículo de esta semana. Es la última frase del tango del coro Los Bichitos de Luz, agrupación de 1955 que tuvieron gran éxito en la calle y que hoy día sigue siendo referencia de culto. Me venía al pelo poner esta referencia porque, como ya es bien conocido por todo el mundo, el jueves pasado amartizó, se posó en Marte, un ingenio llamado Perseverancia para estudiar a fondo el planeta rojo, buscar a un marciano, enviar selfies y retratos de por allí y, en definitiva, rentabilizar una misión en la que han participado un puñado de países, incluido el nuestro, a través de grandes avances de la ciencia. “La ciencia avanza que es una barbaridad”, eso ni lo dudaba Don Hilarión en la Verbena de la Paloma, ni lo puedo dudar yo que como tanta gente nos quedamos extasiados con cada adelanto, con cada invento, con cada descubrimiento.

Yo, que estudié letras, tengo una sana envidia con todas aquellas personas que son capaces de no asombrarse con esos avances científicos; que no se les moviera un músculo, por ejemplo, cuando vieron por primera vez un fax funcionando, mientras yo, aún hoy, no puedo comprenderlo cuando ya es algo desfasado que, incluso, las generaciones más jóvenes, ni conocen por viejuno. Por eso me quedo maravillado con que una nave espacial se vaya a Marte y aunque tampoco tengo claro sus beneficios futuros no hace falta que me lo expliquen, sus razones tendrán para gastar tanto tiempo, imaginación y dinero para hacerlo. No obstante, mi torpe cabeza, mi singular incapacidad para comprender esas cuestiones tan de física, química o de cualquier disciplina de ciencias, me hace, sin utilizar el método científico, diseñarme y hacerme preguntas incómodas que, aunque tengan seguramente una respuesta sencilla, facilona para todas aquellas personas medio duchas en esas materias, o sin serlo: cualquier cuñao que igual es un experto epidemiólogo que coquetea, sin inmutarse, con toda naturalidad, en el mundo de la ingeniería aeroespacial, la astrofísica…y todas esas especialidades cuyos nombres por si solo ya me impresionan; para mi, ya digo, son preguntas que tienen un profundo interés, sobretodo porque encierran en ellas la perplejidad y complejidad de este mundo, lo paradójico de nuestra existencia.

En definitiva, yo me pregunto: ¿cómo es posible que seamos capaces de enviar un aparato como el Perseverancia ese; que seguramente en los próximos años, y yo que lo vea, irá una misión tripulada para visitar a los marcianos, que estemos diseñando vacunas para virus desconocidos, que haya un software en Japón que convierte a una voz en tu mejor amigo, que charla contigo (¿se acuerdan de la película Her protagonizada por Joaquin Phoenix?...pues lo mismo pero en la realidad), que todas esas cosas pasen, sean posible y, por el contrario,  para comprobar si un hombre tiene la próstata como dios manda, te tiene que, todavía, meter el médico su dedo por el culo? Que no digo yo que no sea importante lo de ir a buscar marcianos, que seguro que cualquiera de vosotros es capaz de darme razones más que sobradas sobre el particular; que seguro que en Marte encontramos algo que después tenga utilidad aquí en la Tierra. Seguro.

Pero fíjate que en estos días hemos tenido a un juez (presunto) diciendo que los epidemiólogos son unos mojones porque aplican a esto del covid, las mismas soluciones que para cualquier pandemia, se ofrecían en la Edad Media. Evidentemente, este juez (presunto) también es de letras, y a su ignorancia, cosa que comparte conmigo, añade una profunda soberbia de cuñao pesado, de esos que te amargan la cena de navidad; pero el juez (presunto) tiene una inquietud parecida a la mía. En definitiva, yo lo que quiero que comprendáis que para mí, esto de Marte es muy emocionante, un hito para la humanidad de los más grande, está claro, pero yo lo que quería saber es si allí van a encontrar el modo de cambiar la prueba diagnóstica de la próstata. ¿Tendrán culo los marcianos? ¿y próstata?

 

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