Llenas de aceitunas durzales o verdiales zajadas con naranjas amargas, hinojos, ajos, tomillo, orégano, pimientos, sal gorda de salinas artesanales, y cuchara de palo a la vera para no echarlas a perder, en el corral de la casa, junto al pozo y cerca del limonero lunero, las tinajas eran punto neurálgico de idas y venidas.
Según RAE es vasija grande de barro cocido, y a veces vidriado, mucho más ancha en su parte central, encajada en un pie o aro o empotrada en el suelo, que se usa para guardar agua, aceite u otros líquidos.
El tradicional vino de tinaja de la Sierra de Montilla merece la pena deleitarse con amigos mientras te explican desde su cultivo hasta su elaboración, en un ambiente de paz y sosiego, tan necesario en estos tiempos.
Albergadas en rincones, captando agua de lluvia, reflejando la luna en la noche mientras observador intenta tocar las estrellas al subir por las escaleras a la azotea. Usada para almacenar la cal apagada lista para encalar espacios mágicos como la sala de las tinajas de la almazara ecológica Núñez de Prado en Baena, llena de luz y estética del pasado.
El forjado sanitario o perdido se inventó con las tinajas invertidas, donde el nivel freático y la humedad de zonas húmedas desecadas, son desestabilizantes a evitar. Ahora adornan balcones dotándolos de una historia andalusí que poner en valor.
Llenas de hielo y bebidas, crean un instante de coger una y rápido paso atrás. La prueba de ello, es que nadie aguanta con la mano metida en esa agua cuya finalidad es enfriar y conservar esa temperatura para servir.
El jardín de la entrada de Francisco alberga dos grandes tinajas, llena de agua para su mejor conservación y cuando las temperaturas suben, las larvas de mosquitos proliferan y el defensor de la lucha biológica y antipesticidas, busca en los caños de la marisma gambusias Gambusia holbrooki, depredador biológico de Anopheles, Culex y Aedes en su fase larvaria en agua que echar dentro de ellas, sin olvidar que está incluida entre las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo de la Unión para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Hasta en burros se cargaban las angarillas, para su venta o comercialización de alimentos y productos locales. Es indudable el valor estético, ornamental, artesanal, gastronómico, medio ambiental y de gran simbolismo de las tinajas en nuestra tierra.
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