En la isleta de la revuelta del barrio, en la primera entrada al pueblo, Camino al Puente, según se llega del norte, se sitúa, todos los sábados que el tiempo lo permite, un pequeño mercado al aire libre bajo la sombra de los arces, castaños y chopos. En él se venden productos de la tierra y artesanía Km 0.
Hoy he llegado con mi padre en su paseo matutino a comprar fruta y verdura. Es el único punto de venta que queda en el pueblo. Hemos llegado hacia las once y algunos productos se habían agotado. Había bastante gente, comprando y también charlando, porque para los vecinos del Barrio Pisón es un punto de encuentro esperado cada semana (Barrio Pisón o Barrio de los Pisones, por los batanes que hubo antaño junto a los ríos molineros para trabajar la lana ya que la industria textil de Ojacastro representó durante los siglos XVII a XIX una actividad económica fundamental que aprovechaba los recursos hídricos del río Oja para el procesamiento de paños mediante batanes o pisones).
Hoy hemos tenido un puesto de plantas de flor y la hermana de Adela ha salido cargada con campanillas de colores para todas sus ventanas en la casa del Ventorro, esquina Camino Corrabia. También había un puesto de cerámica, pequeños platos de adorno, que no conocía porque no vive en Ojacastro. Hoy no había ningún puesto con productos de Ojacastro porque ya los habrán agotado. Suelen vender miel, nueces, avellanas, manzanas (frescas y deshidratadas en láminas -así solo Pilar Corcuera que lo hace muy bien y las envasa en bolsitas de papel de 100 g y están riquísimas-).
Y he comprado en los tres puestos de frutas y verduras que han instalado hoy. A Miguel Ángel Soto, que nació en Uyarra y con quien coincidí en la escuela, le hemos comprado peras de su huerta de Cenicero, que es donde vive. Están todavía un poco duras, pero se pueden comer. También tenía nueces, almendras sin cáscara y miel de su hermano sin etiquetar. Una miel muy clara de almendros y otros frutales de la zona. Más adelante suele traer ciruela claudia.
Al hortelano de Santurde de Tierra Negra que es hijo de la familia Guindilla de Ezcaray (Autoservicio Mari), y del fontanero Montoya de Santurde, le hemos comprado las últimas patatas nuevas que le quedaban, menos de un kilo, y también cuatro calabacines hermosos, un manojo de cebollas frescas para ensalada, un cuarto de piparras y cuatro pepinos. Cultivan su huerta en Santurde con principios biológicamente regenerativos.
Y a Pilar, que vende productos de la Huerta del Oja, una huerta ecológica de Santurde, cultivada por Rebeca y Alfredo, le hemos comprado cinco tomates para ensalada y cuatro ramilletes de tomates Cherry muy pequeños.
Y también un poco de charla, con Miguel Ángel, con Juan Manuel (siempre surgen pequeñas historias de la comunidad de regantes), con Toño (el hijo de Terio) que nació en Ulizarna, con Goyo que hoy ha bajado de su granja en el camino de Turza solo, porque su mujer se ha ido a Vitoria a pasar una semana con su familia.
El mercado va tomando cuerpo, ya tiene una clientela fiel, y ahora en verano tiene más actividad porque hay productos frescos y muchos veraneantes. Es una pena que el ayuntamiento no les permita el acceso gratuito al Fielato, donde podrían continuar la actividad cuando hace mal tiempo. Ahora que el Gobierno de La Rioja ha convocado ayudas para sostener pequeños comercios en localidades de menos de 300 habitantes, en los que no resultan rentables, también podrían las administraciones locales favorecerlos en la medida que puedan. Ojacastro tiene actualmente 179 habitantes empadronados, de los que el 46% han nacido en la villa y el 14% son extranjeros. En el año 1900 tenía 775 habitantes. La mayor pérdida de población se produjo entre 1950 y 1980.