Vacas en la marisma
Vacas en la marisma MANU GARCÍA

Hoy en día estemos con mucha información en los medios y sin un debate, ni grande ni pequeño. Uno de ellos sobre el medio rural y que nos toca de lleno es el bienestar animal y este es exigido por los consumidores. ¿Qué es el bienestar animal?, ¿quién decide qué es?, es público, es una garantía. Según la Organización Mundial de Salud animal (WOAH), considera que un animal se encuentra en estado satisfactorio de bienestar cuando, está sano, confortable, bien alimentado, puede expresar su comportamiento innato, y no sufre dolor, miedo o estrés.  

Con todo ello me surgen muchas dudas, sobre si estos conceptos, son conocidos por la sociedad actual y sobre todo si pueden valorar coda uno de ellos, es bien alimentado, cual es un comportamiento innato, como vemos el miedo. Creo que hoy cada vez la sociedad no podría afinar bien los requisitos de estos y, por supuesto, ni mucho menos poder verificarlos in situ. Es por ello que a los consumidores nace la necesidad de trasladar una comunicación de garantizar esos estados o lo más parecido a ello. Hoy en día existen multitud, por no decir infinidad de actuaciones para hacer un lavado de imagen de para comunicar lo bien que está esta situación. Cosa que realmente creo que hay que analizar.

Lo primero que debemos de tener en cuenta es el contexto en el que se mueve la ganadería en este país. Si cogemos una de las regiones más importantes ganaderas de este país, podemos ver en los últimos seguimientos de una perdida de explotaciones ganaderas (3600 en 10 años) una pérdida importante de zonas pastorearles superior a 100.000 has y un incremento de 33.000 UGM (medida para unificar criterios de ganado, es decir 33.000 vacas más, o 82500 cerdos reproductores o 230.000 pequeños rumiantes, por ejemplo). Esto, con datos en la mano, no presagia un buen cumplimiento de lo citado arriba sobre bienestar animal.

Por ello entiendo el necesario cambio de imagen para parte de la industria cárnica. Si además incluimos los problemas de emisiones de gases de efecto invernadero, la aportación del sector agrario y la ganadería dentro de este, pues la verdad tenemos un panorama, que la ganadería, los ganaderos y los que trabajamos por ello tenemos una situación, cuanto menos complicada ante la sociedad.

Para mi la solución sería simple, bonita, a la par que complicada, que es que el mundo mirara más a nuestro sector Rural, nuestro gran desconocido y sobre todo las nuevas generaciones. El conocimiento del entorno, lo que rodea a las ciudades y el origen de los alimentos es clave para nuestra sociedad. Por qué no una asignatura de ganadería y agricultura en la escuela no es extraordinaria en países de nuestro entorno, aquí creo que sí.  De aquí lo complicada que he indicado al principio.

Yo a día de hoy, en cualquier foro que puedo, digo que los informes sobre la ganadería excluyen a esta que tiene una vaca cada 50.000 m2 , es decir una vaca cada 10 campos de fútbol . Frente a otros de una vaca cada 10 m2. Que existen animales que tienen que tener acceso permanentes a pastos, no limitaciones al movimiento, sanidad basada en el buen manejo, edades mínimas de destete, sacrifico y horas máximas de luz.

A día de hoy esto representa una garantía, que se certifica, que se envasa y etiqueta, que las puede reconocer el consumidor, con una Normativa común en toda la Unión Europea , con un distintivo único (la euro hoja) y por supuesto dentro de control oficial , que es la GANDERÍA ECOLÓGICA.

Para mi hasta que exista otro sistema que sea garantía hasta el consumidor, seguiré apostando y aportando por este magnífico sistema de producción que engloba saber tradicional e innovación, como garantía de nuestro futuro.

En otro momento dedicaremos atención a esas proteínas de alta calidad de consumo cercano, de ganadería ecológica y de gestión, que no hay quien lo iguale.

 

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