Jerez es tierra de paradojas. De manera recurrente se dice, por ejemplo, que Jerez está muy bien comunicada –tiene aeropuerto, autopista y aunque no tiene AVE tiene Alvia– pero resulta que, siendo así, no lo es del todo. Los habitantes de la muy noble, muy leal y, desde ahora, muy paradójica ciudad de Jerez de la Fra, ya lo sabíamos, pero a los que probablemente no les siente muy bien enterarse de eso es a los turistas y, sobre todo, a los hipotéticos compradores de vivienda y a los llamados nómadas digitales, atraídos por la posibilidad de vivir en una ciudad coqueta, con buen clima y bien comunicada.
La imparable subida de precios y alquileres en Jerez tiene mucho que ver con el ‘recalentamiento’ de otras ciudades de su entorno, caso de Sevilla o Cádiz, y algo más lejos, Málaga, donde un tema que, en principio, puede resultar atractivo, como suscitar interés entre el turismo o la llegada de nuevos habitantes con poder adquisitivo, ha derivado en un auténtico problema entre la población autóctona, que queda fuera de la escala de precios que se genera y además sufre la molestia de la masificación y ‘turistificación’ del centro de sus ciudades y sus barrios históricos.
Total, que les quería decir que es evidente que en Jerez se están dando los primeros pasos de un proceso similar, con incrementos anuales de ‘dos dígitos’, como le gusta decir a la prensa económica, tanto en el precio de la vivienda como en su alquiler. Al Ayuntamiento, por ahora, no le preocupa demasiado este tema, ya que estima que hay margen… cosa que es posible, pero hay que estar atentos, muy atentos.
En cualquier caso, volvamos al tema de la ciudad bien comunicada. ¿Estructuras de cartón piedra? ¿Gigante… bueno, no tanto, con los pies de barro? Son los dos ejemplos que vienen rápido a la cabeza. Es cierto que Jerez tiene en su municipio el aeropuerto de la provincia de Cádiz, pero se trata de un aeropuerto que tiene un problema coyuntural, como es la marcha de Ryanair, y otros de carácter, digamos, más estratégico, al estar rodeado por Sevilla, próximamente Gibraltar y tener a poco más de dos horas a un gigante (este sí) como Málaga. ‘Emparedada’, ‘sandwich’ o algo así llegó a decir gráficamente la alcaldesa Pelayo al respecto. Y tiene razón. Jerez necesita vuelos, la provincia de Cádiz necesita más vuelos, eso es de cajón.
Igual que necesita trenes. Si es que no hace falta que llegue el AVE (que tampoco está previsto), el problema es que lo que hay funciona menos y peor que hace seis o siete años, vivimos en una especie de pospandemia eterna. Seguimos con menos conexiones con Madrid y con trayectos que duran incomprensiblemente más: antes se llegaba a Madrid en poco más de tres horas y media, ahora son cuatro y con frecuentes retrasos. O sea, a peor.
Y de la autopista que decir: sin ánimo de elitismo alguno, seguro que si se hace un referendo al respecto en Jerez y la Bahía de Cádiz saldría que volviera a instaurarse el peaje. Pues sí, años pidiendo la sociedad y la economía de la provincia que se levantara el peaje y nadie, absolutamente nadie (tampoco la prensa) vio venir el daño colateral de los atascos que se iban a formar día sí, día también, en una infraestructura que se ha quedado pequeña, sobre todo por el crecimiento del reclamo turístico de Cádiz. Ya saben que la implantación de un tercer carril solo está previsto hasta Las Cabezas, pero desde Sevilla, para Cádiz sencillamente no se trata de 'más adelante' o 'veremos', es que no hay nada previsto.
Hace bien María José García-Pelayo, la alcaldesa de Jerez (al fin y al cabo con el peso añadido que le da ser la presidenta de la FEMP, la federación de municipios y provincias) en plantarse en Madrid para verse (aunque fueran segundos espadas) con el Gobierno. Pero igual que les decimos una cosa, les decimos la contraria: hace mal en ir sola. No tiene sentido no ir acompañada de Cádiz, El Puerto, San Fernando, Puerto Real o Chiclana (estos tres municipios, de distinto signo político, invitarlos a acudir, que vayan o no ya es cosa suya) para hacer fuerza y que se visualice que Jerez y la Bahía de Cádiz están unidos en este asunto porque es que, además es así: el aeropuerto y sus vuelos, el tren y sus retrasos y la autopista y sus atascos son de todos…