Pongamos xilotecas y/o suberotecas en nuestras vidas

Las cortezas juegan un papel muy visible además de protector, siendo destacado el caso del aprovechamiento del corcho, renovable y sostenible, con un mercado de gran importancia comercial y territorial pues el alcornocal es muy identitario de nuestro monte mediterráneo

Iván Casero

Ingeniero de Montes.

Pongamos xilotecas y/o suberotecas en nuestras vidas. Imagen de la xiloteca de Freixo do Meio, gracias a Alfredo Cunhal.
Pongamos xilotecas y/o suberotecas en nuestras vidas. Imagen de la xiloteca de Freixo do Meio, gracias a Alfredo Cunhal.

"Lo que no se encuentra en Internet, no existe", si bien, ¿cómo transmitir olores o textura de elementos cotidianos que nos rodean? Los libros juegan un papel fundamental en nosotros, desde etapas infantiles hasta avanzada edad, teniendo el deber de aplicarlo a otros aspectos de la vida. Bibliotecas, desde la mesita de noche hasta grandes edificios, son depositarios del necesario saber. 

Xilo es un prefijo de origen griego, que entra en la formación de nombres y adjetivos con el significado de madera. Más de 70.000 existen a nivel mundial, encontrándose la mayor muestra europea en Bélgica con 57.165 especímenes, si bien una colección, por modesta que sea, de cilindros con sus cortezas —a través de cortes transversal, longitudinal y radial—, y/o tablillas rectangulares de 10x5 cm de lignina y celulosa, permite oler, tocar texturas, comparar densidades, datar a través de sus anillos de crecimiento, siendo clave en la identificación sensorial dichos testigos de especies locales, variedades frutales incluidas, y de interés comercial. 

Herramienta estratégica a la hora de fijar CO2 atmosférico, mejora de balance de carbono, refugios de biodiversidad y un mundo de posibilidades. Madera de chopo en cajas de frutas, palets de pino, muebles, utensilios de cocina, puertas, ventanas, suelos, cabañas, palos de escobones y fregonas, el combustible no fósil para la chimenea, los modelos antiguos de barcos de ribera, las ruedas de carros, toneles, tutores de potencial arbolado, postes de cerramientos también conocidos por palitos verdes, incluso cuadros de bicicletas, frutos de tantos oficios artesanales, son muestras sostenibles y renovables frente a las imitaciones derivadas del petróleo. 

Las cortezas juegan un papel muy visible además de protector, siendo destacado el caso del aprovechamiento del corcho, renovable y sostenible, con un mercado de gran importancia comercial y territorial pues el alcornocal es muy identitario de nuestro monte mediterráneo. Si proponemos una suberoteca, con las diferentes calidades en base a espesores, porosidad, presencia de corcho verde, grieta, taladro, mancha, o incluso identificar bornizos, secunderos y corchos de reproducción, en escuelas, centros profesionales y universidades nos permitirán poner en valor materialmente lo nuestro, lo que nos rodea conociéndolo.

Conocer para poder saber, esa es la cuestión y siendo eruditos de esta afirmación, nos ganaremos el calificativo cariñoso de “ratones” —¿qué sería una serrería o una carpintería sin sus típicos animales?— de nuestras xilotecas y suberotecas.

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