El Catálogo de Montes nos protege, a sus lagunas y marismas también

Si existe un monte, bosque o ribera es porque alguien lo plantó, lo cuidó y lo protegió, por un por qué, razón de ser y de su existencia

Iván Casero

Ingeniero de Montes.

El Catálogo de Montes nos protege.
El Catálogo de Montes nos protege.

El interés general se define como principio inspirador de las políticas públicas, donde llegamos todos no puede llegar uno solo. El cambio climático nos pone a prueba y nuestro deber es actuar para mitigar las potenciales afecciones al ser humano y a la sociedad que nos acoge. Si existe un monte, bosque o ribera es porque alguien lo plantó, lo cuidó y lo protegió, por un por qué, razón de ser y de su existencia.

Inundaciones y riadas mortíferas, interminables sequías, dunas en movimiento que se lo tragaban todo, aludes, lucha contra la erosión y desertificación, necesidad de combustible para cocinas y maderas para industria, generación de alimentos silvestres como caza, miel, setas, aromáticas y medicinales, ganadería extensiva, conservación de la biodiversidad y reservorio genético, regulación de la temperatura y del ciclo del agua, fijación de CO2, paisaje, recreo, esparcimiento y ocio... hacen de la figura legal del Catálogo de Montes de Utilidad Pública (MUP), una necesidad antes, ahora y siempre, contribuyendo a los intereses generales del país tanto desde el punto de vista económico como “en la física del globo”.

"El Catálogo constituye un instrumento técnico-jurídico para la defensa del más cualificado patrimonio forestal de titularidad pública, siendo una figura de reconocida eficacia para la protección del medio natural, ya que la superficie jurídicamente protegida, y tutelada, deviene en la protección de una buena parte del territorio circundante".

Garantizar el derecho constitucional a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, un gran servicio público. La descatalogación de parte de un monte por Consejo de Gobierno sólo es justificable por prevalencia en casos ineludibles y excepcionales de interés público como la seguridad nacional. Inalienabilidad (no se pueden vender), imprescriptibilidad (la posesión es indefinida) e inembargabilidad (ningún juez ni autoridad pueden retenerlo) son las principales características de los MUP, independientemente de quien sea su propietario. 

"Por encima de mi cadáver", fue el leitmotiv de un funcionario ejemplar jubilado en Medio Ambiente y Sostenibilidad, gran competente ejerciendo su ineludible condición pública, sabiendo que es inaceptable el caer en la prevaricación, teniendo que defender la superficie integral de la masa forestal con protección jurídica merced al reconocimiento que tanto en el Código Civil como en la Ley de Montes se hace a este dominio público, por encima de intereses particulares. Mi humilde reconocimiento y necesario recordatorio a Pepe Robles. 

Lagunas y marismas capaces de acumular grandes masas de agua para el día que llueva torrencialmente las albergasen, mitigasen riadas e inundaciones, recargasen maltrechos acuíferos, suavizasen temperaturas extremas y dotaran de vida y sonoridad como el croar, también son de utilidad pública. Su estratégica restauración y mejora forestal, pone de relieve que el catalogado monte tiene tantos valores a proteger y difundir, que a veces se nos seca la boca sin poder decir todas sus bondades - según estudios, evaluados en 68 beneficios de aprovisionamiento, culturales, de regulación y mantenimiento -. Invertir en ellos, la mejor manera de conservarlos y recuperarlos, devolviendo tanto bien que nos proporcionan y su puesta en valor, incalculable, conociéndolos y disfrutándolos.

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