¿Bloqueo real? ¿Farol? Bien… Vayan cogiendo sitio. Ahora si se va a poner interesante ver cómo se gobierna con siete concejales.
Tras un año largo de bostezos en la gestión municipal parece que la cosa, para bien o para mal, se anima. El equipo comandado —viendo el número de efectivos la palabra viene al pelo— por Mamen Sánchez se apresta a afrontar en solitario, en solitario del todo, lo que resta de su mandato, aunque veremos finalmente qué ocurre. Una vez (no) solucionado el tema del ERE la alcaldesa se ha lanzado a una ofensiva de asuntos municipales queriendo demostrar que se ha liberado de ataduras y que —aunque nunca lo dirá con estas palabras— en realidad se ha quitado un peso de encima. Sánchez ha empezado a vender a futuro inversiones y proyectos, dejando claro que, por lo que a ella respecta, se ha pasado página con el tema del ERE y que el gobierno municipal está (ya) en otra cosa.
La duda es si con propiedad podemos hablar de gobierno municipal desatado o de si realmente asistimos a una huida adelante. Si la semana pasada conocimos a Edusi —que contra lo que pueda parecer no es un delantero centro italiano si no pasta, pasta entendida como jando, procedente de Europa— ésta nos hemos enterado de que parte de ella va a ir a la rehabilitación del palacio de Riquelme, una reliquia —nunca mejor dicho— que se lleva rehabilitando desde que este humilde cronista se bajó del Rápido a comienzos de los 90 y una hora después ya sabía quién era Atilano. Lo de Atilano viene al caso porque el palacio de Riquelme —lo poco que queda, más lo que añadan— al parecer se va a convertir en un centro de recepción de visitas, que oye, que seguro que va a molar, aunque le quiten público a la Moderna, que lo mismo. Todo el mundo va a ir del tirón a la plaza de Mercado, un sitio que todos sabemos que hoy por hoy es muy apetecible, muy a lo turismo de masas, que para eso lo dice el Ayuntamiento y sin necesidad de hacer un bando, ni ‘siquiera’ un plan integral para el centro histórico (otro), ni nah más, para qué.
Por lo pronto, mientras el gobierno municipal va desgranando lo qué va a hacer con la millonada europea, en la vida real, en el día a día de Jerez de la Fra., empieza a encontrarse con el problema que supone haberse quedado sin amigos. Ayer mismo vio que lo de subir el IAE a las empresas radicadas en Jerez, tal y como viene en el Plan de Ajuste impuesto —vamos a empezar a llamar a las cosas por su nombre, nos dará más pistas de todo lo que está ocurriendo— por el Ministerio de Hacienda a fin de recaudar 4,5 millones de euros más le va a costar lo suyo. Unos por convencimiento, caso de Ciudadanos, otros porque quieren que se empiece a ver que han partido peras con los socialistas tras el fiasco del ERE (Ganemos e IU), lo cierto es que el pleno que el gobierno quería realizar el próximo lunes para modificar las ordenanzas municipales para sacar adelante este tema y actualizar otros asuntos económicos por ahora va a tener que esperar.
¿Bloqueo real? ¿Farol? Bien… Vayan cogiendo sitio. Ahora si se va a poner interesante ver cómo se gobierna con siete concejales.