Días de butaca

Carlos Piedras, nuevo jefe de Edición y Opinión de lavozdelsur.es, en un retrato en la redacción del periódico.

Nací en Madrid, en 1965, aunque llevo exactamente media vida viviendo en Jerez. Soy licenciado en CC de la Información (Periodismo) por la Universidad Complutense. He sido jefe de la sección local del Diario de Jerez y también he trabajado en Información Jerez y el Diario Ya (época de Antena 3). He colaborado con El Mundo, Economía y Empresas, Notodo… Soy socio fundador y colaborador habitual de lavozdelsur.es. Últimamente he publicado el libro ‘Sherry & Brandy 2.0’ y he redactado el guion del documental sobre el vino de Jerez ‘Sherryland’. Todo esto ha hecho que me vaya haciendo una idea aproximada de las cosas… 

Plaza del Arenal, un punto céntrico de Jerez dónde los haya.
Plaza del Arenal, un punto céntrico de Jerez dónde los haya. MANU GARCÍA

El hecho de pretender vivir en la pandemia no significa que el pandemita declarado tenga que dejar de hacer cosas habituales como ver la televisión, no es obligatorio estar todo el rato circulando con mascarilla a toda leche en un taxi de madrugada en una ciudad vacía (las Confesiones de ayer)… Estas son cosas que se quedan para las noches del finde, y en las pandemias, como en la vida ordinaria, lo que pasa el sábado noche se queda en el sábado noche…

Total, que se puede ver televisión entre taxi disparatado y taxi loco. Incluso privadas (que en España dimanan de una concesión pública, eh, no nos vengamos arriba). Precisamente ha sido un fin de semana muy interesante de televisión privada. El sábado a mediodía este cronista estaba viendo muy interesado el programa Una hora con Pedro en Telecinco —no exageremos, era cosa de las dos y ya estaba enredando con el aperitivo— cuando de repente cortan la programación para dar el entierro del hijo de Ana Obregón y Alessandro Lecquio. Cuestión de prioridades, me dirán. Telecinco se debe a su línea (no sé si decir editorial) y el sábado quedó demostrado… ni presidente, ni pandemia, ni leches: nuestras noticias (las suyas) siempre mandan.

Además, la intervención de Pedro –ya saben que lo tuteamos porque él tutea a todo el mundo— estaba siendo especialmente repetitiva, muy lejos de la chispa que llevó a su programa a tan altas cotas de audiencia hace escasamente dos meses… pues dos o tres millones de espectadores, más o menos, sería lo que perdió de golpe Una hora con Pedro al cortar su emisión ‘la cadena amiga’. ¿Esto quiere decir que no le interesa la pandemia a Telecinco? Bueno, en realidad a la hora de hacer periodismo no le ha interesado demasiado, ni siquiera en la modalidad periodismo-espectáculo. Lo curioso es que, de alguna forma, Telecinco es en sí una cadena ‘endémica’, con un público fiel que sigue las vidas y milagros de una serie de personajes de bajo coste (en general de autofabricación) + la familia Pantoja, que sí cuesta dinero, a los que somete a una exposición constante en su parrilla, que más que parrilla es en realidad un rulo.

Telecinco vive en una ‘realidad distinta a la real’ que no es ni mejor ni peor: es la suya propia. Una cadena que le ha dedicado en lo más duro de la pandemia horas y horas al denominado Merlos Place (El ‘affaire’ consiste básicamente en que un conocido periodista con este apellido, muy significado contra el Gobierno, se confina con una joven periodista del corazón de buen ver sin estar muy claro si ha acabado o no una relación anterior con una ‘colaboradora’ ex concursante de Gran Hermano y muy del Atleti) tiene que estar muy muy segura de sí misma y, sobre todo, de su audiencia…

En definitiva, Telecinco puede entretener en algún momento a los pandemitas cuando están preparando el aperitivo, pero se trata de un producto muy afinado y muy específico para su audiencia ‘endemita’: a los no versados, casi les tienen que dar un libro de instrucciones para entender su programación.

Antena 3 decidió el fin de semana hacer algo de oposición al Gobierno. Si Vicente Vallés puso en aprietos al epidemiólogo Fernando Simón simplemente recordándole el “ahora sí, ahora no” de las mascarillas, los guantes y demás utilería pandemita, lo de Matías Prats con Pablo Iglesias fue realmente duro. De repente, en redes sociales Matías se ha convertido en héroe para muchos, villano para otros, simplemente por no hacer una entrevista amable al vicepresidente del Gobierno. Así están las cosas en esta sociedad. Personalmente a este cronista le sorprendió el tono de la entrevista pero por dos motivos distintos: A3 ha optado desde el principio por la realidad paralela de los balcones y los aplausos frente a la desgracia y los ataúdes y porque, al fin y al cabo, Matías Prats es más presentador que periodista y ya viene más que va… pero no, el tío —o el del pinganillo, como dicen los más malvados— está en forma… aunque no hay que dejar de reconocer que Pablo se mueve muy bien en el cuadrilátero (por momentos octógono): es el rey de la finta.

Bien y tras estas Confesiones de butaca tras el trasiego distópico de la edición anterior, damos paso a La Pandemia, al día, un magazine que podría perfectamente dirigir María (sobre todo ahora que Rosa María ha decidido darle descanso). Pasan los meses y seguimos oyendo de todo respecto al coronavirus… ahora viene la OMS y nos dice, en una noticia que recogen varios medios, que “no se puede concluir que el coronavirus se transmita por contacto con objetos”, un ‘estupenda’ noticia para los que durante este tiempo han estado achicharrando a diario su ropa al lavarla (no ha sido el caso de este cronista, escéptico por naturaleza). El Confidencial recoge esta inquietante noticia que muchos ya sospechábamos: “Así se condenó a los ancianos: No se permite ingresar pacientes de residencias”, en relación al hospital de Parla (Madrid), noticia que viene con sus papeles y todo. Por último, nos quedamos en la propia lavozdelsur.es y un interesante artículo firmado por Rafael Sanmartín que se titula Morbo, no; realismo, sí que va sobre el  hecho curioso del que ya hemos hablado en varias ocasiones en estas Confesiones y que sintetizando se puede resumir en: y a todo esto… ¿dónde están los muertos?

En Confesiones de un pandemita no somos conspiranoides en absoluto, lo que no quita para que tengamos claro que no sabemos ‘de la misa la media’ de lo que está pasando...

Archivado en:

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído