Como quien no quiere la cosa, uno de los días del pasado puente en el que mi cuerpo no daba para más zambombas, me apropié del chaise longue y de la manta de pelito del Primark y fui feliz.
Un chapó para Juan, César y todos los voluntarios y colaboradores que forman parte de Afasode, quienes han demostrado que los jóvenes con ganas, si tienen un mínimo de apoyo, salen adelante. ¿Los vamos a dejar solos?