"Perdemos la guerra contra el narcotráfico, campa a sus anchas”, sentenciaba hace unas semanas en una entrevista en lavozdelsur.es el líder de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) en Cádiz, Víctor Carrasco.
Le da la razón la Memoria de la Fiscalía General del Estado 2024, publicada hace solo unos días, que habla sin paños calientes del retroceso flagrante en la lucha contra el narco en la provincia por la falta de medios humanos y materiales, el colapso judicial y el desmantelamiento de OCON SUR —una unidad de élite del Instituto Armado que arrinconó a las mafias criminales del Estrecho de Gibraltar, pero que se desactivó misteriosamente— por orden de Fernando Grande Marlaska, ministro de Interior.
Este último hecho, asevera la memoria —que recoge las voces de los fiscales que batallan contra esta tenebrosa lacra—, "se refleja en un número menor de incoación de nuevos procedimientos penales y el descenso de las investigaciones contra organizaciones criminales que también reconocen las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, que alertan por ejemplo del gran número de embarcaciones de alta velocidad avistadas desde Barbate hasta Sanlúcar de Barrameda sin que exista capacidad suficiente para poder abordarlas”.
Los narcos cada vez tienen más criptoactivos
También trata esta memoria la necesidad de mejorar las acciones de recuperación de activos —en aumento los criptoactivos, donde el narco tiene mayor capacidad de proteger su dinero negro— e investigar más y mejor las actividades de blanqueo, superando las dificultades en la gestión y venta de los bienes incautados —aumento alarmante de la acumulación en los depósitos de la provincia de Cádiz de narcolanchas incautadas—.
Pero si algo viene preocupando sobremanera a quienes se baten el cobre día tras día —literalmente jugándose la vida— contra las mafias del narcotráfico es el aumento imparable de la violencia que emplean los clanes, espoleados por un arsenal cada vez más amplio de armas de fuego y una estética peliculera que supera a la ficción y va de lo paramilitar al disfraz de agente de la UCO. El asesinato de dos guardias civiles en el puerto de Barbate, el pasado año, significó un hondo punto de inflexión, pero como denuncian todas las partes que combaten frente a frente al narco sobre el terreno no parece que la gravedad de esta escalada se esté tomando en serio "arriba".
La Comisión Europea, preocupada ante el incremento de la mayor violencia del narco
"Se destaca cómo la Comisión Europea ha reaccionado con preocupación al incremento de la delincuencia organizada vinculada al narcotráfico y a su mayor violencia, presentando, en octubre de 2023, una hoja de ruta basada en un incremento de los esfuerzos de prevención y refuerzo de la cooperación con los socios internacionales”, recoge la referida memoria en su apartado dedicado a la evolución nacional de las causas por tráfico de drogas.
Si esta semana impactaba, por su crudeza, el episodio de un joven mulero—persona que transporta droga dentro de su cuerpo— torturado por el propio clan al que pertenecía, que pensaba que supuestamente se había quedado con 300 gramos de su droga, los episodios más brutales se suceden a un ritmo alarmante.
Un narco con los pies enterrados en cemento en la marisma de Trebujena, un camello de poca monta en Puerto Serrano que apareció recientemente malherido y colgado bocabajo de un árbol, un joven de Jerez al que asesinaron a sangre fría unos sicarios en su dormitorio del Pinar de los Franceses en Chiclana, otro narco al que torturaron tras raptarlo en San José de Malcocinado y que apareció en una barriada de Medina con un cartel con amenazas colgado del pecho…
Narcos de Champions y otros de menor nivel, pero que contratan sicarios
"Hacen lo que se había visto entre los cárteles de narcoterritorios tan peligrosos como Sinaloa (México). Hay narcos de Champions, ligados a macrooperaciones, que conectan Sevilla y la Costa del Sol; y luego narcos de segunda división que resuelven sus trapicheos a menor escala —a menudo de marihuana y hachís— contratando ahora a sicarios. Eso está ocurriendo de manera cada vez más sofisticada y profesionalizada”, advierte a este periódico una fuente estrechamente vinculada la lucha contra el narco que prefiere mantenerse en el anonimato.
La guerra por el control del Estrecho y el movimiento de los focos de desembarco de los alijos está detrás de un aumento del flujo de narcolanchas en la zona de la desembocadura del Guadalquivir —Sanlúcar, Rota, Chipiona y Trebujena, con Jerez como nodo logístico— y hasta el Aljarafe sevillano, pero también en el canal de Sancti Petri, el nuevo Guadarranque, ese río entre San Roque y Los Barrios donde se colocó hace casi una década una barrera de hormigón para impedir que subiera por el cauce el hachís que se mueve hasta el corazón de Europa.
Tortura con un bote de lavavajillas y agua hirviendo
El otro punto caliente del negocio de la droga está en la Sierra de Cádiz. En la calle Guadalete de Puerto Serrano, con poco menos de 7.000 habitantes, habitan clanes que dan cobertura a toda la zona y expanden la droga por varias comarcas, "trayéndose toda la miseria que eso lleva consigo". En esta calle se ha llegado a consumir más energía eléctrica que en el hospital comarcal de Villamartín, lo que da una idea del negocio que se mueve en estas cloacas.
En esa miseria está el caso del chaval mulero de la localidad serrana. "Ni siquiera la cagó, no tenía droga dentro como pensaban, pero las consecuencias han sido terribles. Le han hecho todo lo que puedas imaginar", relatan vecinos del pueblo. Un bote de lavavajillas y agua hirviendo a presión fueron algunas de las herramientas para, vía rectal, tratar de buscar la droga, como si fuera una película de Tarantino o un capítulo de la serie de Pablo Escobar, pero en el mundo real, en la Sierra de Cádiz.
Acusados de secuestro, torturas, lesiones, tenencia ilícita de armas y tráfico de drogas, la operación Trepamuros se ha saldado con ocho detenidos, de los que seis ya se encuentran en prisión provisional y dos de ellos, mujeres, quedaron en libertad con cargos por tener bajo custodia menores de muy corta edad, según informó la Guardia Civil. "¿Qué será lo próximo? ¿Va a seguir el Gobierno mirando para otro lado?", se preguntan en la localidad, atenazada como muchas otras por el imperio del narco, cada vez más armado hasta los dientes y menos titubeante a la hora de emplear la violencia extrema.
"Es hora de que el Gobierno pase de los discursos a los hechos"
El presidente de la Federación Provincial Nexos y de la plataforma antidroga Alternativas en el Campo de Gibraltar, Francisco Mena, afirmaba esta misma semana que la Memoria de la Fiscalía ofrece "una radiografía muy certera" de la situación del narcotráfico en la provincia, señalando "todas las carencias que hay" en la lucha contra esta actividad delictiva, incluyendo las carencias del Código Penal, que pide endurecerlo.
Sobre "las carencias que hay en las judicaturas" y que señala la Fiscalía al hablar del "desborde" de los juzgados mixtos, especialmente los del Campo de Gibraltar, Barbate y Chiclana de la Frontera, debido a "macro causas vinculadas con el narcotráfico y notorias deficiencias de medios personales", Mena ha apuntado al "cuello de embudo" que existe y que provoca la dilación de causas, algo que como ha advertido, utilizan "los abogados defensores de narcotraficantes" para conseguir reducción de penas o el archivo de causas.
Como AUGC, la otra asociación de guardias civiles, Jucil, asegura que "la memoria de la Fiscalía demuestra que, pese a los esfuerzos policiales, el narcotráfico se expande, la violencia crece y la seguridad se deteriora", aseverando que "es hora de que el Gobierno pase de los discursos a los hechos".
Disponibilidad de cocaína "sin precedentes"
Desde Jucil han llamado la atención acerca de que "la Fiscalía subraya que el bajo precio de la cocaína refleja una disponibilidad sin precedentes, un dato que contrasta con los balances triunfalistas del Ministerio del Interior, que en 2024 destacó un aumento del 43% en las operaciones policiales dentro del Plan del Campo de Gibraltar". Si la Memoria asegura que entre operaciones y Aduanas se incautaron unos 22.000 kilos, lo que se mueve efectivamente es mucho más superior.
"Los guardias civiles estamos al límite", y Andalucía "vuelve a situarse en el epicentro del narcotráfico", avisa la asociación de guardias civiles, que remarca que la memoria de la Fiscalía describe a esta comunidad "como la más castigada y visible en la lucha contra la droga, donde los narcotraficantes actúan con actitud desafiante hacia las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, exhibiendo narcolanchas y armas de guerra".
Sin medios y con juzgados colapsados
"En La Janda —otra de las comarcas de la provincia de Cádiz, entre Jerez, Bahía y el Campo de Gibraltar— solo ha habido este verano una patrulla de la Guardia Civil y muchas veces se iba a la costa… imagina qué indefensión”, cuenta a este periódico un alcalde de esta comarca que tampoco quiere que se ponga su nombre junto a un entrecomillado. Fuentes oficiales del Gobierno hablan de no crear alarmismo, pero la pregunta es la misma: ¿hasta qué límite, qué episodio truculento será el siguiente en esta medellinización —el llamado Cártel de Medellín fue cuna colombiana de Pablo Escobar— de la provincia de Cádiz?
Por si fuera poco, la Fiscal delegada de Cádiz alerta nuevamente de la lentitud no solo de la instrucción sino de la fase intermedia y el enjuiciamiento de estos delitos en la provincia debido, recoge la Memoria de la Fiscalía General del Estado, “a causas conocidas y denunciadas, como la inadecuación de los juzgados mixtos para asumir causas tan complejas y el continuo cambio de titulares. Más aún se presenta difícil con estos mimbres la investigación de los delitos de blanqueo que no se incoan con la habitualidad que requerirían y pocas veces llegan a finalizarse en un tiempo razonable”.
