En San José de Malcocinado no se habla de otra cosa desde hace unos quince días. El pasado 24 de julio, un jueves a eso de las cuatro de la tarde, con el sol de justicia en lo más alto, un episodio violento ligado a la guerra del narcotráfico sacudió esta apacible pedanía de Medina Sidonia, con apenas un millar de habitantes y a unos 13 kilómetros del núcleo urbano.
Agentes dedicados a la lucha contra el narcotráfico llevan ya meses alertando de la radicalización y la escalada de violencia en la batalla entre clanes por el control del Estrecho. Los episodios más impactantes ocurrieron en Huelva, pero rápidamente se han reproducido en la provincia de Cádiz. Hace dos semanas en Medina y este mismo viernes en Chiclana.
"Le estaban esperando en San José de Malcocinado"
En el suceso de Medina, que hasta ahora no había trascendido, la víctima se trata de un vecino de Benalup-Casas Viejas, también presuntamente vinculado con el narcotráfico y cuya edad se desconoce, que fue secuestrado y amordazado, e introducido posteriormente en un vehículo para propinarle una brutal paliza, llegando incluso a partirle un dedo y la muñeca.
"El hombre iba circulando hacia Benalup, pero le siguieron porque le estaban esperando y lo echaron fuera de la carretera para secuestrarle", cuentan fuentes vecinales de la localidad asidonense.
A diferencia del crimen de Chiclana, donde la Guardia Civil investiga un presunto vuelco con ajuste de cuentas —incluso los asaltantes se habrían llevado drogas y un vehículo, según ha podido saber lavozdelsur.es—, el individuo de Chiclana acabó malherido, vagando por la zona casi un día después.
Sin embargo, los motivos que subyacen bajo este episodio son similares, según cuentan las mismas fuentes: vuelcos, ajustes de cuentas y lucha por el control territorial.
Fue encontrado tras ser liberado por una conductora
"La víctima apareció por una de las barriadas de Medina Sidonia y fue encontrado por una conductora; presentaba multitud de heridas por contusiones", tras haber sido víctima de un rapto en el que participaron dos vehículos y una cantidad indeterminada de presuntos agresores. Como la propia víctima reconoció, en un caso que se encuentra judicializado, "se trató de un ajuste de cuentas por tráfico de drogas".
"En este caso a la víctima la dejaron malherida, pero con vida. En principio, no sabemos si está relacionado —con el caso de Chiclana— pero está claro que es un repunte de esta actividad violenta. Por cierto, a esta incidencia solo acudió la única patrulla disponible de Seguridad Ciudadana en todo el municipio", denuncian desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil en Cádiz.
No es la primera vez que los alcaldes de estos municipios reclaman mayor control y presencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. En el caso de La Janda, a menudo hay una o dos patrullas para todos los municipios, que lo mismo atienden emergencias en Paterna que en Benalup-Casas Viejas, "o que incluso refuerzan a la costa en verano. Estamos vendidos".
"Los narcos campan por sus respetos y la sensación de inseguridad es creciente conforme las prácticas violentas se endurecen, en una especie de réplica en andaluz de Sinaloa", aseguran voces relacionadas con la lucha contra el crimen organizado en la provincia de Cádiz.
