De Cádiz al plató
José Yélamo (Cádiz, 1984) es uno de esos periodistas que uno se ha habituado a ver al hacer zapping en televisión en los últimos años, hasta su definitivo salto a La Sexta Noche en 2021, previo paso durante una década por Más Vale Tarde. Gaditano, o gaditanísimo, se crio entre micrófonos al ser hijo de quien fuera director de Radio Cádiz durante 15 años, Antonio Yélamo, aunque José ha hecho carrera sin estar a sus órdenes.
¿Cuánto hace que no se va de fiesta por la Punta un sábado noche?
Pues desde 2020, un año y medio antes de empezar el programa, diez días antes de que nos encerraran, y antes de ser padre.
¿Qué es más perjudicial para los jóvenes un sábado por la noche, un botellón o repasar algunas cosas de las que se dicen en el Congreso?
Algunas cosas de esas que se oyen.
¿Qué es lo peor que ha escuchado en los últimos tiempos?
Aquello que dijo el vicepresidente de la Junta de Castilla y León sobre que el sexo es solo para procrear.
Cuénteme como cadista cuál fue su primer recuerdo futbolístico.
Ir de la mano con mi padre a ver el Cádiz con ocho años, aquel olor a césped me impresionó. Porque en Cádiz es que no hay césped. Me acuerdo de un Cádiz-Logroñés. Aquel equipo tenía a un jugador que se llamaba Cléber y embarcó el balón en la visera antigua.
Irá de la mano de los recuerdos periodísticos.
Probablemente, mi primer recuerdo también sea en el Estadio, ver a mi padre dictando las alineaciones y las crónicas del Cádiz por teléfono para El País. Y obviamente me recuerdo jugando en la redacción de la Cadena Ser.
Y a pesar de tanto micrófono desde pequeño, pasó a la tele.
La pantalla la encontré por casualidad, pero porque huía dolorosamente de la radio, que sí era lo que más me gustaba. Quería labrarme mi propio camino sin trabajar con mi padre, para que nadie pensara que me lo regalaban.
"La genética de Cádiz es abrirse a otras formas de pensar"
Le doy a elegir: presentar La Sexta Noche, salir de punta jurado en la comparsa de Martínez Ares o ser mediapunta en el Cádiz.
Creo que me quedo con el carnaval, que me apasiona, y Martínez Ares es mi ídolo.
¿Qué es el gadita?
Un apasionado de las cosas de Cádiz.
¿Se considera uno?
Sí, pero el buen gadita debe incorporar autocrítica.
Su pareja, la periodista Paula del Fraile, a quien lanzó un guiño este mes de julio al presentar juntos en la tele, es de mucho más allá de Puerta de Tierra. ¿Eso es compatible con ser gadita?
Va en nuestra genética recibir otras maneras de pensar. Lo he plasmado al conectar con una persona que no es de Cádiz, y a la que impregno de gaditanitis.
Periodista con buenas hechuras para la pantalla, menor de 40 años... ¿Para cuándo se abre el canal de Twitch?
Yo me considero un periodista que tiene mucho que aprender de las nuevas maneras de comunicarnos. Soy espectador de Twitch, pero por humildad no sé si me atrevería a hacerlo.
Le quisieron hasta cancelar por decir, mientras se celebraba un gran evento de la comunidad hispana de Twitch un sábado por la noche, que la calidad estaba en su tele.
Dije que nuestros espectadores son los mejores, pero eso no es ser mejores que otros. Esto es como si uno dice que "mi niño es el más guapo". Nada más.
"Por humildad, no sé si me haría Twitch"
¿Cuánto le echó por última vez al coche y qué se va a quitar para compensarlo?
Unos 100 euros... Alguna cenita que otra me quitaré.
Un platito de verano.
Soy un adicto al gazpacho, pero como eso lo dice todo el mundo... Diré las papas aliñás.
Un lugar, como dicen, para perderse.
Un sitio donde viví, la isla Waiheke, en Nueva Zelanda, donde se siente uno en la gloria.
¿Puesta de sol o ver amanecer tras una larga noche?
Ahora soy más de puesta de sol que cuando era joven. Me quedo con la de la playa de las Lapas de A Coruña.
Un libro que recomiende para el verano.
Momentos estelares de la humanidad, de Stefan Zweig, mi libro favorito.
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