Catorce años después del 15M, en la semana de la muerte de Pepe Mujica, cuatro años después de su salida de la vida política institucional y orgánica, el fundador de Podemos y ex vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias Turrión (Madrid, 1978), habla con lavozdelsur.es a propósito de la publicación de Enemigos íntimos (cómo entender la derechización de España a través de sus personajes clave) —Navona Editorial, 2025—.
"Este libro no es una vendetta, ni una sastrería de trajes baratos a unos cuantos personajes, aunque bien se lo merecen. Es un paseo junto con Pablo Iglesias en el que una va topándose con los nombres y rostros de la historia política de un país", dice Irene Zugasti en el prólogo del libro, que navega aguas procelosas: de Isabel Díaz Ayuso a las hermanas Pombo, de la "nube de narcisismo" de Yolanda Díaz a de cómo Cebrián acabó en The Objective.
Al otro lado del teléfono, el director del CanalRED, profesor asociado de Ciencias Políticas en la Complutense y promotor de la taberna Garibaldi en Madrid, habla sin filtros, como acostumbra, lejos de la corrección política y con un espíritu de combate intacto, demostrando por qué acumula legiones de haters y por qué muchos de sus postulados ideológicos y algunas de sus tesis, donde los medios de comunicación se han convertido en los partidos políticos del siglo XXI, siguen de plena vigencia.
Pregunta. La actualidad política nacional pasa por la filtración de mensajes de WhatsApp. Tiene que tener uno ya cuidado hasta con lo que escribe a nivel privado, ¿no?
Respuesta. Totalmente, totalmente.
P. ¿Tiene por ahí en WhatsApp algo de lo que arrepentirse, no sea que se lo publiquen…?
R. Miles de cosas, pero vamos…, yo y tú también. Nadie dejaría que le viesen las conversaciones privadas de WhatsApp. Eso es así.
"Me da igual lo que diga Pedro Sánchez de mí, pero por la parte política de sus mensajes solo puedo sentir honor: revela a favor de quién peleábamos en el Gobierno"
P. ¿En estos mensajes también detecta cierta cacería contra Podemos?
R. Bueno, más allá de los mensajes, hay elementos mucho más graves. Sobre la cuestión de los mensajes privados de Pedro Sánchez, lo que él diga de mí, a mí eso me da igual, eso no tiene tanta trascendencia, pero con nosotros ha habido persecución policial. Y eso está acreditado judicialmente, con los jefes de la Policía de la llamada brigada patriótica, conspirando contra nosotros y fabricando pruebas falsas; con nosotros ha habido persecución judicial, y García Castellón es solo un ejemplo de ello; ha habido persecución mediática, los audios de Ferreras asumiendo que iba a dar una noticia falsa, “es burdo pero vamos con ello” sobre la cuenta en Granadinas; y todo eso ha sido así. Y de eso se han aprovechado nuestros rivales políticos, incluido el PSOE. Respecto a los mensajes, en las partes más específicamente políticas, pues solamente puedo sentir honor. Ese mensaje de no habrás pactado con Iglesias lo de los desahucios porque esto es un tema sensible, revela lo que nosotros estábamos haciendo en el Gobierno y a favor de quién peleábamos. Que con nosotros ha habido cacería es algo que ya ha dejado de ser algo opinable, sino que es algo acreditado en sede judicial.
"En cuanto vieron que Iglesias no era solo un tertuliano, sino dirigente de una organización política que aspiraba a gobernar, llegó la violencia mediática"
P. En su libro habla de ‘constructos mediáticos’ como Sumar o Más Madrid de Errejón. De alguna manera, ¿no fueron también un constructo mediático cuando interesó y después el propio establishment decidió eliminarles? ¿Fue un poco esa su cronología?
R. Los medios de comunicación son condición de posibilidad de la política. El gran terreno de combate de la política es ideológico y eso lo definen los medios. Si yo no hubiera ido a las televisiones como analista durante 2013 y 2014, Podemos no habría existido, eso es así. ¿Por qué razón me llevaban a mí a las teles? Creo que básicamente porque daba mucha audiencia, en un contexto en el que el 15M había cambiado la estructura ideológica del país, y un tipo que decía cosas que no se solían escuchar en la televisión generaba mucha atención y me llevaban. En cuanto vieron que Iglesias no era solo un tertuliano, sino dirigente de una organización política que aspiraba a gobernar, pues claro, llegó la violencia mediática a través del gran dispositivo de dominio político de nuestra era, que son los medios. Eso es así.
"Tengo más poder político y soy más útil en el lugar en el que estoy ahora"
P. Han pasado cuatro años desde que dejó la primera línea de la política partidista e institucional. ¿Echa de menos las moquetas, los despachos oficiales, ejercer el poder?
R. La verdad es que no. Me gusta mucho más lo que hago ahora y es una manera de estar en política en la que yo creo que al final tienes más poder. Ahora, como director de un medio de comunicación, puedo proteger a mi familia de una manera que no podía cuando era vicepresidente del Gobierno. Creo que en muchos aspectos tengo más poder político ahora que entonces; y creo además que soy más útil en el lugar en el que estoy. Por otra parte, es que yo no disfruté nunca, o no me dejaron disfrutar de las mieles del poder político administrativo. Yo recibí tal cantidad de violencia y agresividad que no guardo ningún buen recuerdo de haber sido vicepresidente o de haber sido diputado o secretario general. Es verdad que aprendí muchas cosas, que ahora me son muy útiles tanto como director de Canal Red como siendo profesor asociado de Ciencias Políticas en la Complutense, pero no volvería ahí. Me siento mucho más cómodo y mucho más feliz en la posición política en la que estoy ahora como director de un medio, y pudiendo escribir un libro, y diciendo lo que me da la gana.
P. O incluso al frente de su taberna Garibaldi, por la que, por cierto, también ha recibido críticas muy agresivas.
R. Claro, pero eso también es algo político. Nosotros no hicimos la Garibaldi para ganar perras, que da muy pocas, ojalá diera más, porque eso nos serviría para invertirlas en otro tipo de actividades, pero es un espacio de socialización. O sea, la gente de izquierdas tiene una taberna a la que ir, en la que no solamente te puedes tomar una cerveza con gente que piensa como tú, sino que también hay presentaciones de libros, conciertos de cantautores, hay actos políticos, hay exposiciones… Es también una manera de intervenir políticamente de una forma que no puedes hacer cuando tienes un cargo político. Entonces, la verdad es que a mí me encanta ahora tener la oportunidad de intervenir en un terreno mediático-cultural. Ahora estamos creciendo mucho en América Latina con Canal Red, y la verdad que tener estas responsabilidades ahora me entusiasma.
" Lo que hacen estos tipos (Quiles o Ndongo) es acoso con impunidad absoluta"
P. X, antes Twitter, una red social que ayudó mucho a potenciar en España, es un gran lodazal ultra. Ahí por ejemplo le han criticado mucho esa campaña de micromecenazgo que lanzó para ampliar esta taberna.
R. Twitter es así, pero yo creo que hay que estar. Hay que dar la batalla ahí y hay que tomarse con humor que les desespere que tengamos algo que ellos no tienen. Nosotros decimos, compañeros, necesitamos dinero para comprar una licencia y llevar la taberna Garibaldi a un sitio más grande, y 3.300 personas responden poniendo plata para que lo hagamos. Claro, el adversario se desespera porque ellos no tienen eso. No lo tienen, sencillamente. O sea, nosotros pagamos Canal Red con lo que pagan los socios y lo mismo la taberna Garibaldi. Hay otros que tienen que ir a mendigarle plata al IBEX 35 o tienen que robar para conseguir el dinero; igual que otros, cuando salen de los ministerios, se van a consultoras de otros partidos o a consejos de administración de empresas del IBEX 35. Nosotros no. Nosotros logramos buscarnos la vida por nuestra cuenta con el apoyo de una militancia que es un tesoro que tenemos y que no tiene nadie más. Si lo tuvieran, lo usarían. Entonces, es lógico que alguno se desespere e insulte a la gente que dice: voy a poner mi dinero, no para la Conferencia Episcopal, sino para que estos tengan una taberna más grande, o para crear un periódico, o para que amplíen la tele.
P. Este libro habla muchísimo de medios y pseudomedios de comunicación en España. Entiendo que ese lanzamiento de micro al presentar su libro en Madrid es más un símbolo contra derrocar ese imperio de las fake news que contra el caso concreto de ese empleado a sueldo de estos soportes ultras.
R. Yo creo que personajes como (Vito) Quiles o (Bertrand) Ndongo son un problema básicamente vuestro. De hecho, el lanzamiento de micro es algo que inician periodistas (por Antonio Maestre), creo que con buen criterio. Creo que está ya suficientemente menoscabada la credibilidad de la profesión periodística como para que encima tengáis que asumir que puedan ser compañeros escuadristas como estos. Es como marcar un ejemplo. Mientras los periodistas tengan al lado a tipos como Quiles o Ndongo, eso va a contribuir todavía más al desprestigio que tiene ya la profesión. De eso tienen mucha responsabilidad la presidenta del Congreso de los Diputados, pero también tienen responsabilidad los periodistas que permiten físicamente que estos escuadristas se pongan al lado de profesionales de los medios, a los que se puede criticar como a cualquiera, pero que son profesionales de los medios: no son acosadores, no son violentos. Lo que hacen estos tipos es acoso con impunidad absoluta y, o los periodistas los apartáis de vuestro lado, o esto va a contribuir todavía a enfangar más el terreno de discusión política fundamental que es el mediático.
"Pregúntale a Maíllo qué piensa de Ferreras: se caga por la pata abajo"
P. Pero es un acoso financiado también por los poderes públicos. Este tipo de pseudomedios o de medios tendenciosos rápidamente consiguen financiación y publicidad institucional. ¿Por qué nunca se llegó a abordar de manera seria este asunto cuando estaba en el Gobierno o no se hace ahora? ¿No es siempre un tema tabú?
R. Para nosotros nunca lo ha sido y por eso nos dan las hostias que nos dan. Que los medios sean tendenciosos es legítimo. Lo que no es legítimo es que mientan o que acosen. Ojo, tampoco esto es un problema solamente de Vito Quiles o de Ndongo. Cualquiera que siente a Eduardo Inda en su mesa está contribuyendo al enfangamiento y a la violencia política. Nosotros desde el principio hemos dicho: a por ellos; y con total claridad hemos dicho: qué es esto del monopolio de la publicidad de Atresmedia yTelecinco? Vamos a terminar con esto... Y el PSOE se acojona, como se acojona cada vez que hay que hacer algo importante. ¿Por qué nos atacan a nosotros los medios tanto? Porque hemos dicho lo que son los medios. Una de las diferencias fundamentales de Podemos, Sumar o Izquierda Unida es que nosotros hablamos de los medios. Tú pregúntale a (Antonio, coordinador federal de IU) Maíllo: oye, ¿tú qué piensas de Ferreras? Maíllo se caga por la pata abajo, porque no se atreve a hablar mal de Ferreras. Mucha hoz y el martillo, pero dentro del Gobierno venden armas a Israel. Y estos no se atreven a hablar de quién manda en los medios de comunicación. Y no se atreven a decir a Prisa lo que es Prisa, y la pelea que hay detrás del control de Prisa; o lo que representa la Sexta y quién es Mauricio Casals; y quiénes son los que, con dinámicas mafiosas, siguen controlando los medios de comunicación...
"El control de una cuestión tan estratégica como el suministro eléctrico tiene que ser público; ahora hay un mecanismo corrupto"
Es que en España Telecinco sigue siendo propiedad de la familia Berlusconi. Es que esto es un escándalo; y esto la única fuerza política que lo dice claramente es Podemos, que es lo que nos diferencia de otras izquierdas. Y claro que le dijimos al PSOE cuando estábamos en el Gobierno: vamos a por ellos, vamos a limpiar de mierda el escenario mediático. Pero el PSOE prefiere pactar con Ferreras y prefiere pactar con toda esta gentuza. Zapatero, al que aprecio mucho, fue el que le regaló la publicidad institucional a Mauricio Casals. Un día molaría que alguien hiciera esta pregunta a José Luis: reconoce que te equivocaste, que le regalaste un poder que ahora se vuelve contra nosotros; son estos los que dicen que tienes minas de oro en Venezuela.. O sea, para hacer política hay que ir a por tus enemigos y eso la derecha lo tiene claro y, si nosotros no lo tenemos claro, acabaremos en la cárcel o en el exilio.
P. Hasta qué punto algo como el gran apagón del otro día nos hace ver lo vulnerables que somos. ¿Eso es extensible también a nuestra democracia, puede llegar también en algún momento un gran apagón si seguimos por esta senda tan peligrosa?
R. La clave de la democracia es quién tiene el poder. La etimología de la palabra viene de demos y kratos, que es el poder en manos de la gente. Entonces, con esto del apagón, ¿al final quién tiene el poder, la gente a través de organismos públicos o un oligopolio eléctrico? A la vista del cabreo del Gobierno, que por fin se cabrea por algo serio, parece que al final, como ha dicho Portugal, esto tenía que ver básicamente con un oligopolio que no mantenía encendidos una serie de sistemas de prevención muy costosos, pero que son los que te pueden permitir que se mantenga el suministro eléctrico cuando se produce una caída como ésta. Nosotros hemos dicho lo que hay que decir: el control de una cuestión tan estratégica como el suministro eléctrico tiene que ser público, y eso solo es posible si el poder y la gestión la tiene una gran empresa pública de energía, y no entregándola a un oligopolio que tiene un sistema de fijación de precios. Un sistema con el que pagas la energía en la cifra más costosa. Eso habría que intervenirlo. Pero, ¿qué es lo que hacen las eléctricas? Comprarse expresidentes y exministros, llevándolos a sus consejos de administración. Es un mecanismo corrupto y antidemocrático por definición.

P. Ha mencionado hace un momento a Antonio Maíllo y a IU. Ha sido sonado esta semana el plantón que ha dado Podemos al acto de homenaje a Julio Anguita en Córdoba. Esos 'Enemigos íntimos' a los que alude el título de su libro están a menudo dentro del espectro de la izquierda, ¿no?
R. Lo que pasa es que uno no es lo que dice de sí mismo, aunque puedas llegar a un sitio con la camiseta con la hoz y el martillo, y decir que estás a la izquierda de la pared. Tú eres lo que haces y, sobre todo, a ti te definen tus enemigos. Creo que Ione Belarra ha sido muy clara al decir que para construir la unidad no se puede estar en un Gobierno que está vendiendo armas a Israel y que está apostando por el rearme. Punto. Es que es un sinsentido y no lo va a entender el electorado. Entonces, si quieren ustedes entenderse dejen los sillones de una vez, dejen de hacer el ridículo diciendo que España no vende armas a Israel, cuando es evidente que las está vendiendo, y asuman que no se puede construir la unidad electoral para que ustedes tengan más diputados. Tendrá que ser sobre la base de un planteamiento político que, en este caso, pasa por estar en contra del rearme y por estar en contra de ir apoyando comercial y militarmente a Israel. Es incompatible estar en este Gobierno y estar diciendo: unidad. Sí, claro. ¿Unidad para que tengáis más liberados y cargos públicos? Vais listos...
"Los ataques que hemos recibido de jueces, policías y poderes mediáticos demuestran para qué estamos nosotros en política"
P. Cuanto más percibe el potencial votante que todo esto va de carguitos y cuotas de poder, ¿más lejos se está, en el caso de la izquierda, de movimientos como el del 15M, del que ahora se cumplen 14 años?
R. Nosotros creo que hemos demostrado, básicamente por los ataques que recibimos, a quiénes representamos. Y vuelvo a los mensajes de Pedro Sánchez a Ábalos... estaba preocupado por si conmigo habían negociado los desahucios e íbamos a ponerles límites. Eso define para qué está cada uno. Los ataques que hemos recibido de jueces, policías y poderes mediáticos demuestran para qué estamos nosotros en política; y ojo, queriendo estar en el Gobierno, que es desde el Gobierno como se cambian las cosas. Creo que hay un contraste enorme entre la izquierda que representa Podemos, simplemente por los ataques que recibe, y otro tipo de grupos que se definen como muy de izquierda, pero que a la hora de la verdad no representan ningún problema para los poderes establecidos. A ellos no les crean cuentas falsas en Granadinas, no los persigue García Castellón, no los atacan los medios de comunicación... al contrario, los mima Ferreras.
"Las peleas internas son consustanciales a la política, más allá de la izquierda y la derecha, pero se resuelven en términos democráticos"
P. De alguna manera, Podemos también ha sufrido este tema de los egos, los codazos y las pugnas por el poder. No se han librado de eso.
R. Creo que las peleas internas son consustanciales a la política, más allá de la izquierda y la derecha, lo que pasa es que eso se puede resolver en términos democráticos. Nosotros tenemos un sistema de primarias en el que participa más gente que en ninguna otra organización del espacio político de la izquierda y claro que puede haber diferencia, y claro que los cargos son posibles, y que no es lo mismo que esté una persona a que esté otra, pero al final yo creo que te define el que te ataca; y cuando los poderosos te atacan, eso está diciendo más de ti que lo que digas tú por la camiseta que llevas.
P. Esta semana ha muerto Pepe Mujica. Muchos políticos de todo el espectro político han ensalzado su figura, pero no veo a ninguno, o no hay apenas líderes políticos, que digan una cosa y actúen en consecuencia, que sean coherentes entre lo que dicen y lo que luego hacen.
R. Bueno, Mujica representa muchas cosas. Para empezar, fue un tipo que pegó tiros; que practicó la lucha armada para enfrentarse a la dictadura de su país, y eso no hay que olvidarlo tampoco. No es cualquiera. No es un cantamañanas, es alguien que asumió el compromiso con su país, asumiendo la lucha armada, y asumiendo que había que matar gente para luchar contra la injusticia en Uruguay. Y que asumió ser presidente asumiendo las contradicciones y los límites que implica ser presidente; y que no puede cumplir el conjunto de tu programa; y que la correlación de fuerzas es difícil... Y además, era un tipo extremadamente honesto con una enorme capacidad para enamorar a la gente, por su sencillez y por no dejarse seducir por las estupideces por las que algunos se dejan seducir, como acabar en consejos de administración de determinadas cosas. Y yo creo que es un referente precisamente por eso, pero no es tampoco una figura inmaculada. Es una figura con sus contradicciones, con opiniones en las que podemos estar de acuerdo o no, pero que, sobre todo, manifestó honestidad y compromiso.
P. Hablando de referentes morales y de compromiso, en su libro traza una comparativa entre Díaz Ayuso y las hermanas Pombo. Y añado ese programa de Belén Esteban en TVE. No es por hacer el juego a eso que llaman la izquierda caviar, pero el panorama en cuanto a referentes no es muy alentador para el conjunto de la ciudadanía, ¿no cree?
R. Creo que hay cosas en la tele pública que se han hecho bien. Lo de Broncano está bien. Eso ha servido para desafiar el mundo de El Hormiguero y toda esa inmundicia. Creo que también está muy bien apostar por Cintora, por Intxaurrondo, por Javier Ruiz... frente a lo que representan las Ana Rosa y los Ferreras; y luego creo que el mundo del corazón es algo que, aunque yo no lo consuma, es ineludible en nuestras sociedades; y que tampoco la televisión pública tiene que ignorar eso. No me toca a mí organizar la parrilla, pero vamos, que vengan los del Consejo Informativo de la RTVE, que son más fachas que el caballo de Don Pelayo, y que han apostado por formatos repugnantes en TVE, a criticar eso, cuando son básicamente soldados del PP en la televisión pública, pues váyanse ustedes un poquito a la mierda.
"No se puede construir unidad con los que quieran volver a venir vendiendo el engendro de Sumar, llamado Por Andalucía, y estando dentro de un Gobierno que vende armas a Israel"
P. En Andalucía, que se supone que van a ser las primeras elecciones del nuevo ciclo electoral, a partir del año que viene, ¿ve posibilidad de un frente común de la izquierda?
R. Yo creo que la clave la definía Belarra el otro día: quien quiera unidad no puede estar en un Gobierno que está vendiendo armas a Israel y que está apostando por el rearme a nivel europeo. Ahí tiene que haber coherencia y seriedad. Sobre esa base antimilitarista, que forma parte además del espíritu de la izquierda andaluza, que se movilizó históricamente contra las bases de Rota y Morón, sobre ese espíritu crítico con la OTAN, creo que se puede construir todo. Ahora bien, con los que quieran volver a venir vendiendo el engendro de Sumar, llamado Por Andalucía, y estando dentro de un Gobierno que vende armas a Israel, ahí no veo mimbres para nada.
P. O sea que es difícil ponerse de acuerdo con eso que usted llama el "cuñadismo progresista" o esa "izquierda cómoda".
R. Bueno, cada uno tendrá que definirse, yo creo que la militancia de izquierda de todos los partidos en Andalucía no entiende cómo algunos pueden seguir en el Gobierno con la situación actual.